Aquí está mi padre en su trabajo, no mucho antes de jubilarse. Él es delineante. Tenía un despacho espacioso y con mucha luz que compartía con un par de compañeros muy guasones. Es un esteta: detrás de él se ven fotos de cuadros y cosas de arte. En otra zona colgó dibujos que hacía a carboncillo del Palacio Real y algunas iglesias de Madrid. Son preciosos. Es muy detallista en sus trabajos. Ahora ha enmarcado algunos y los ha colgado en casa. Cuando era más joven hacía diseños de chalets, muy en la línea de los 60 y 70, y también de interiores. Eran magníficos.
Dicen que el Efecto Coriolis no es una fuerza real, en el sentido de que no hay nada que la produzca. Es una fuerza inercial o ficticia. Estamos sometidos a un contínuo movimiento que no tiene un origen concreto y que sin embargo es responsable desde la forma como se va el agua por un desagüe hasta la manera de comportarse un huracán. Incluso la Historia se repite a sí misma. Pero en ocasiones surgen fuerzas distintas que sí tienen una causa concreta, real. Este blog pretende ser una de ellas.
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