viernes, 20 de abril de 2007

El alma del poeta

¡Qué triste y alegre es el alma del poeta!,
cala muy hondo mirando alrededor,
vive la vida a golpe de trompeta
y si éste ve un arma
la convierte en flor.
Sensible, llora, goza, ríe, sufre
con las cosas que piensan los demás,
sus hijos predilectos son sus versos,
sin importarle nunca cuál gustará más.
Ser poeta es una herencia
que viene de padres a hijos,
por eso hay que cultivarla
y sobre todo leer, leer..... muchos libros.
Para que no se malogre
conviene leer a los clásicos,
conversar con las personas,
con los altos y ...... con los bajos,
con los de cuna de oro,
con los de cuna de lata,
de todos aprende algo
y le sirven de enseñanza.
Anque a veces se despiste
y meta un poco "la pata",
él escribe, escribe, escribe,
el caso es escribir ....... palabras.
Hay poetas con retórica
un tanto delicada,
me parece estrambótica
y desaconsejada,
las cosas hay que entenderlas,
al pan pan y al vino vino,
mi poesía no es buena ¡lo sé!
pero me importa un comino.
Poema que dedica mi madre a los que son poetas como ella.

No hay comentarios:

 
MusicaServicios LocalesContadorsAnuncios ClasificadosViajes