Película hermosa no sólo por las aventuras de la historia sino por la belleza y el gusto exquisito con que el protagonista tiene una ropa maravillosa, además por la mansión que aparece por dentro y por fuera lleno de una decoración llena de buen gusto y elegancia. El niño mira por la ventana a través de los visillos blancos la nieve que cae, con un gesto mezclado de gesto indefinido y ilusionado, observando los jardines y los árboles como si fuera un pequeño bosque que están junto a su casa. Y la iglesia llena todo de maderas de color miel y una luz tamizada que da un ambiente cálido y confortable, como invita a rezar con gusto y paz. Es época de Navidad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario