martes, 16 de octubre de 2007

12 de octubre


No dejo un año tras otro de asombrarme por la extraña mezcolanza de festividades que tiene lugar el 12 de octubre: el día de la Virgen del Pilar por un lado, y el día de la Hispanidad por otro. Lo de que sea fiesta en Zaragoza porque es su patrona, lo puedo entender, pero lo de la "hispanidad" por el hecho de ser la fecha en que Colón descubrió América, no lo entiendo.

En Internet, mirando en Wikipedia, esa enciclopedia virtual que es como un pozo sin fondo de la sabiduría, dice que "la fecha marca el nacimiento de una nueva identidad producto del encuentro y fusión de los pueblos originarios del continente americano y los colonizadores españoles". ¿Nueva identidad?. Espero que no sea así, que cada continente conserve la suya.

Podría ser el día de la "americanidad", cuando los americanos nos descubrieron a nosotros, no sin asombro ni horror me imagino, invadiendo sus costas. Porque su cultura también nos ha influido y nos hemos traido muchas cosas buenas de ellos a nuestras tierras.

Lo que tampoco comprendo es que para celebrar nuesta "hispanidad" haya que montar un desfile militar. ¿Somos más españoles porque hagamos ostentación de nuestro "poderío" armamentístico?. ¿Acaso advertimos de este modo a las posibles potencias extranjeras que se supone que nos acechan que somos muy fuertes y que no se atrevan a meterse con nosotros?.

A mí me pone mala el despliegue de uniformes y armas que se hace ese día, un vestigio del pasado (cabra legionaria incluida, que además es una costumbre ridícula, ganas de cansar al pobre bicho), una muestra en miniatura de lo que se puede ver en una guerra. Y una guerra es algo que no se debe exhibir en un desfile, nisiquiera en grado de tentativa, ni mucho menos como espectáculo. La cantidad de dinero que se gastará en una cosa tan hueca y tan sin sentido, dinero que podría emplearse para fines más productivos. Y encima el problema de seguridad que supone, que parece un reclamo para los terroristas, y el colapso del tráfico en Madrid.

No me vale de excusa con que en otros países hagan lo mismo. El día de la fiesta nacional hay que celebrarlo, ya puestos a celebrar, como cualquier otro festejo: con fuegos artificiales, música, baile, degustaciones de todo tipo (ahí me apunto yo), y sin tantas solemnidades ni interminables desfiles, que para desfiles ya tenemos los de la pasarela Cibeles. Seguro que los primeros que se aburren con todo ésto son los miembros de la familia real, de pie derecho durante dos horas y media, da igual que haga frío o calor, que el sueldo se lo pueden ganar de mil maneras más útiles, aunque quede vulgar referirse al sueldo tratándose de la Corona.

En mi familia se ha celebrado siempre mucho el Pilar porque somos muchas las que nos llamamos así, pero desde que mi abuela no está no ha vuelto a ser lo mismo. En mi caso era un motivo de reunión de los seres queridos, y lo guardo en mi memoria y en mi corazón como un tesoro valiosísimo, algo que ya nunca va a volver.

Y ahora, querido lector, que estoy a solas contigo, pido que guardemos los tanques, los aviones, los CETME, y todo lo que sirva para matar. Que estamos en tiempo de paz, y si algún enemigo nos acecha no viene precisamente del extranjero, y además no se le puede combatir con esas armas. El enemigo está en casa. Pero esa es otra historia. Yo me quedo con la festividad del Pilar, de la que llevo su nombre.

Anda que si Colón levantara la cabeza..... O mejor no, que se quede donde está, tanta colonización....

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