martes, 27 de noviembre de 2012

Intocable


El libro

Había visto Intocable en el cine poco después de que la estrenaran, y como la película me había gustado tanto, sentí una inmensa curiosidad por el libro que el verdadero protagonista de la historia escribió tiempo después. Pensé encontrar en sus páginas detalles que no hubieran aparecido en el film, ampliando la visión que sobre el mundo de Philippe y su relación con su cuidador Abdel nos había sido mostrada.

Pero no fue así. El libro es un relato muy personal de este tetrapléjico adinerado y aristócrata desde el punto de vista de una persona enferma que, no sólo ve limitados sus movimientos casi por completo, sino que además sufre grandes tormentos físicos y psíquicos.

Dedica muchas páginas ya desde el principio al amor de su vida, la que fuera su esposa, haciendo un retrato apasionado y vívido de una comunión de almas y cuerpos casi absoluta. Siente en sus propias carnes las penalidades por las que ella tuvo que pasar en su intento de tener hijos, sueño que no pudieron conseguir tras innumerables abortos, una cruzada personal en la que pusieron a prueba su resistencia física y mental. Cuando deciden adoptar descubren que ella está enferma de cáncer. Philippe contempla impotente y desesperado cómo ella se va consumiendo mientras ven crecer a sus nuevos retoños.

El accidente de él es, según sus propias palabras, una forma de compartir el dolor y la miseria física de su esposa, como si no pudiera soportar verla a ella enferma estando él sano. Una temeridad, o más bien un intento de justificar el revés de la fortuna, que lo condenó a una silla de ruedas mientras practicaba uno de los deportes que más feliz le hacía. Su descripción de los vuelos en parapente es increíble, te hace sentir su experiencia, sobrevolando nubes, aprovechando ráfagas ascendentes de aire, contemplando el mundo a tantos kilómetros de altura.

Nunca había visto una descripción tan vívida del amor en una pareja, como si todo lo que pensara y sintiera uno tuviera su correlato en el otro. Es algo inexplicable que, sin embargo, a veces sucede. Philippe vivió muchos años de paraíso en la tierra estando con ella, pues una pasión como esa es la fuente misma de la felicidad, de la vida, inagotable, insaciable, terriblemente humana y al mismo tiempo divina.

Su vida sin ella es un relato sombrío de las miserias de un tetrapléjico. Algunas se nos habían mostrado en la película, aunque sin recrearse en los detalles, imagino que para no cargar las tintas en las penurias cotidianas de la enfermedad, lo que iría en detrimento del tono humorístico con el que se ha tratado la historia. No sabía que esta clase de enfermos sufrían terribles dolores internos que ellos sienten como quemaduras. Como él mismo decía, es como ser un filete congelado sobre una sartén ardiendo, pues en realidad carece de sensibilidad exterior. Las contracturas, las jaquecas que duran días, las asfixias..., en fin, un rosario de lacras que debe soportar a diario como si de una cruz se tratara.

La película
También tiene muchos sueños, pesadillas diría yo, en las que todo parece muy real. Por suerte su cuidador, que sí llegó a conocer a su esposa, al contrario de lo que se muestra en la película, viene a sacarle de la prisión en la que se ha convertido su existencia, y de una vida oscura sin horizontes. El sentido del humor de Abdel, sus ocurrencias, son aún más impactantes que las que se muestran en el film, donde se le da una imagen amable y pícara, y mucho más duro en su trato en la realidad. La descripción de las palizas que le mete a conductores con los que choca en mitad de la carretera, o los que aparcan delante de la puerta donde viven, son mucho más fuertes de como aparecen en la gran pantalla, salvajes. Además se aprovecha de la buena posición y disposición de Philippe para conseguir que le financie negocios más bien fraudulentos, que acaban indefectiblemente, y para su preocupación y desesperación, en fracaso estrepitoso. Él lo consiente todo, resignado pero también agradecido por la comprensión y el cuidado que le depara Abdel, algo que no ha conseguido con ninguna otra persona.

Hay episodios de su relación que no aparecen en la película, como la visita de Philippe y unos amigos a un convento para hacer un retiro espiritual, queriendo buscar un cambio de panorama en una época en que se encuentra bastante deprimido. Allí será, para su satisfacción, confidente de otras personas que, confiados en su bonhomía, le harán depositario de sus inquietudes más personales.

Philippe conoció a los actores del film, y parece que simpatizó especialmente con el que interpreta a su cuidador, un humorista muy conocido en Francia que actúa con un amigo haciendo un dúo humorístico. El verdadero Abdel no es tan guapo y tan alto como su homónimo, pero para el caso es lo mismo. Sin embargo, respecto al tono jocoso con el que se cuenta su historia, Philippe afirma en su libro que tiene sus reservas. Comprende que va bien como gancho comercial para el público, pero se aleja de la realidad. Él pide un respeto.

Philippe ya había dado unas cuantas conferencias sobre su experiencia vital antes de que se rodara el film, por eso su historia terminó llegando a oídos de personas que se sintieron interesadas en llevarla al cine y darla a conocer. Su forma de contar las cosas, la inteligencia, la naturalidad y la sensibilidad con que exponía públicamente su situación tenían una gran acogida entre la gente.


Los verdaderos protagonistas

Es ésta una historia de amor y tragedia, de afán de superación, de cómo se puede vivir, pese a la desesperación inevitable, sin prejuicios y con una lucidez casi sobrehumana. Sus escarceos con mujeres que Abdel le presenta o que conoce en los lugares que frecuenta, y que tampoco se mencionan en la película, son sólo un alivio transitorio para su soledad y su dolor, y no parecen una traición a la memoria de su esposa, pues ella es en realidad la depositaria perpetua de su amor. Un intento por llevar una vida lo más normal posible, a pesar de las circunstancias. 

Me encanta Philippe por esa rara sensibilidad suya, esa forma de ver las cosas y cómo las vuelca en su libro, con una mezcla de pasión y desesperación, sin caer en la amargura absoluta ni pretender despertar la conmiseración ajena. Busca comprensión, no compasión. Es un alma atormentada, delicada en extremo, lúcida, inteligente y cultivada, con deseos muy humanos, es el espíritu indomable de alguien que es capaz de sacar partido de la vida pese a todos los obstáculos que se le presentan. Debo reconocer que me ha cautivado por completo.
 

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