Nacido en Suiza, fue el doceavo hijo de un veterinario. Empezó estudiando Teología, pero decidió interrumpir su formación para dedicarse a la pintura.
Viajó a París, ciudad que ya conocía por un viaje anterior, y que le había fascinado.
Cuando se casó y tuvo a sus hijos fue cuando empezó a especializarse en el retrato infantil. Sus propios vástagos fueron sus modelos. También empezó a trabajar para un ceramista, para el que llegaría hacer más de 300 dibujos.
Con el tiempo se metió en política y colaboró en un par de revistas de arte.
Durante la Exposición Universal de París organizó la sección suiza, tras lo cual fue nombrado Caballero de la Legión de Honor.
En su obra, llaman la atención la calidez de las escenas y el uso del color. Retrata todas las edades del ser humano, y se recrea en detalles cotidianos con sencillez e ingenuidad. Como telón de fondo siempre ambientes rurales.
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