martes, 15 de enero de 2013

Informática para mayores


Me quedé estupefacta con un folleto que me dieron hace poco por la calle en el que se anunciaba una academia, cerca de mi barrio, en la que dan clases de informática a personas “mayores”. La publicidad estaba encabezada por el siguiente título: “El mejor regalo para tus padres o abuelos”.

“Informática fácil para adultos”, continuaba diciendo, “Tengas la edad que tengas qué más da 50, 60, 70 años” “Todo lo que siempre quisiste al alcance de tus dedos” “Te sorprenderá la cantidad de alumnos de 60 y 70 años que pasan por nuestro centro”. “No temas más a la informática, ven a conocernos”. Qué se puede esperar de un centro donde para publicitarse entre el resto de su alumnado utiliza el anacrónico slogan "Aprobarás aunque tú no quieras". Increíble.

Desde luego en este cupo no entra mi padre. Él no necesitó de nadie para ponerse al día en lo que a Internet, videoconferencias, e-mails, scanner y todo lo que concierne a un ordenador se refiere. Aunque por lo visto eso es una rareza: tengo una amiga que cada vez que le hablo de la facilidad con que mi padre se desenvuelve en estas cosas, se ve invadida por un visible malestar. Su padre, por lo visto, no sabe casi ni coger el ratón, pero eso no creo que sea motivo para avergonzarse ni sentirse menos que los demás. Si no se tiene facilidad o no se ha tenido oportunidad de manejar nunca equipos informáticos no tiene importancia. No saber informática hoy en día es un hándicap, más que nada en el mundo laboral, pero no tiene por qué suponer ningún problema fuera de ese ámbito, no quiere decir que se sea tonto o se esté obsoleto. Se puede vivir sin Internet, a pesar de que ahora, una vez que lo hemos conocido, nos parezca imposible.

Mi padre hizo unas pocas preguntas durante su proceso de aprendizaje, tal y como lo haría una persona de cualquier edad. El resto fue trastear un poco, meterse aquí y allá, probar, sin miedo. De ser un neófito en la materia pasó en poco tiempo a ser un aguililla. Él ya estaba acostumbrado a manejar ordenadores en su trabajo, antes de jubilarse, pues era delineante y manejaba un programa específico, ploter, etc. Eso sí que era difícil de utilizar, tuvo que ir a un curso intensivo, aunque luego le gustó mucho más que tener que estar sobre el tablero con las herramientas de medición y la fotocopiadora enorme e insalubre que requería antaño. Internet y todo lo demás le era desconocido, pero su curiosidad ha sido siempre muy grande y ahora disfruta como un enano, no puede pasar sin estas cosas ni siquiera en vacaciones.

Esta publicidad que me dieron me parece horrorosa. Se trata a los mayores como si fueran retrasados o tuvieran la obligación de “ponerse al día” en nuevas tecnologías. Me recuerda a algunos anuncios que aparecían en televisión hace unos años en los que para publicitar cualquier producto se mostraba a la mal llamada “tercera edad”, término  muy poco afortunado la verdad, como si no supieran lo que decían o sus cerebros ya no funcionaran bien.

Desde que los publicistas se han dado cuenta que los ancianos ocupan un espacio creciente en la sociedad, procuran dirigir a ellos muchos de sus campañas comerciales porque son más que posibles consumidores.

No subestimemos a los mayores, pues ellos ostentan ahora un nuevo poder económico, son una nueva fuerza en medio de tanta crisis, y porque lo que ellos son lo seremos nosotros más adelante.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Αlgunοs artіculos me gustагon mas ,que conste!
:)

Mas іnformaсion en Luis

pilarrubio dijo...

Pues yo me lo pasé muy bien haciendo éste. Un saludo Anónimo Luis...

 
MusicaServicios LocalesContadorsAnuncios ClasificadosViajes