Esta mañana, y con motivo del Día
Mundial contra el Cáncer, el denominado Grupo Español de Pacientes contra el
Cáncer, vestidos todos igual, ha colocado una mesa larga en plena Puerta del
Sol sobre la que han puesto unas cuantas macetas blancas con plantas muy verdes
y bolsas de papel que contenían una manzana verde. Unos carteles anunciaban que
el cáncer es algo natural, y los miembros del grupo le iban dando a todo el que
pasaba una de aquellas bolsas. Hay muchas iniciativas que tienen como tema
principal el cáncer y con las que se consiguen grandes cosas, pero esta extraña
propaganda no me parece que tenga sentido. Si lo que querían era ser originales
y sorprender al transeúnte lo han logrado, pero a base de provocar estupefacción. Pensé
que hubiera sido más acertado que les dieran las manzanas a los que se mueren
de hambre, con la de pobreza que hay en la capital.
El cáncer no es algo normal, a
quién se le ocurre. Encuentro hasta de mal gusto decir semejante cosa. El hecho de que sea una de
las enfermedades más frecuentes no quiere decir que forme parte de nuestra
cotidianeidad hasta el punto de que nos parezca algo habitual a lo que no hay
que dar demasiada importancia. Ni esta ni ninguna otra enfermedad. Si lo que se
pretende es minorizar el trauma que causa a los que lo padecen, haciendo ver
que todo el mundo lo conoce y quién no lo ha sufrido o tiene algún pariente o
amigo que lo tiene o lo ha tenido, tiene un pase, pero no me parece que el enfoque sea el
más adecuado, ni realista.
Me gusta mucho, en cambio, el
video que hace el cantante Macaco todos los años en época navideña, con música
y coreografía en la que participan los enfermos de una unidad de cáncer
infantil y juvenil y el personal sanitario de un hospital barcelonés, que
cantan y bailan siempre la misma canción, muy pegadiza, y que pretende ponerle
al mal tiempo buena cara. La idea partió de una de las pacientes, una niña que
pensó que esta sería una buena iniciativa. Y así ha sido: cada vez que
te metes en el video para verlo reciben una pequeña cantidad de dinero. Ellos te ofrecen
una actuación conmovedora y a cambio les das algo de lo que tienes. No es pedir
sin más ni más, no es simple caridad. Yo no puedo evitar que se me salten las
lágrimas cada año cuando lo veo, pero no porque sea triste sino por lo duro que
es vivir en una situación así, sobre todo para los niños, y porque transmite un
mensaje de esperanza que se puede aplicar a todas las situaciones difíciles de la vida, un mensaje que llevo siempre grabado en mi mente y en
mi corazón: no todo está perdido.
La canción se llama Seguiremos,
y el estribillo es maravilloso:
Si
dicen perdido yo digo buscando
Si dicen
no llegas de puntillas alcanzamos.
Si
dicen caíste yo digo me levanto
Si dicen
dormido es mejor soñando
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