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De vez en cuando me da por echar un vistazo al
almacén que tengo de ropa de hace años, por ver si puedo deshacerme de algo y
así dejar sitio a otras cosas. Guardo especialmente una maleta de las de antes,
cuando aún no tenían ruedas, de cuando soltera, en la que conservo la ropa más
especial, la que quiero distinguir del resto, como para preservarla.
Esta ropa que
guardo de forma especial me la ponía hace 8 años, y es con el paso del tiempo
como me doy cuenta de lo bonita que era, en comparación con lo que hay ahora.
Da gusto llevarla. Quizá en su momento, cuando me la ponía, no supe apreciarlo tanto. La metí de nuevo en la maleta. Puede que si algún día la puedo volver a lucir ya no esté de moda, pero soy capaz
aún así de hacerlo. Al fin y al cabo qué es la moda, la uniformización del
estilo, cuando en realiadad cada uno debería ir como le parezca.
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Es un hartazgo encontrar en las noticias de
todos los días los mismos partes informativos sobre la nieve, el desbordamiento
de los ríos, los vientos y las marejadas. Se ve que no tienen noticias más interesantes
que contar y cuando cogen un tema ya no lo dejan, por anodino que sea. El problema
no son las condiciones meteorológicas sino la falta de preparación que tenemos
para afrontarlas. Es como si fuera la 1ª vez que nieva, se sale un río de su cauce,
sopla fuerte el viento o hay un fuerte oleaje en el mar. El año pasado fue
peor, que se metía tierra adentro e inundaba las calles de las poblaciones de
la línea de costa.
El reportaje de
turno sobre la inundación del mismo pueblo de todos los años es un ejercicio de
estupidez sin igual. Si ya saben lo que va a pasar por qué no construyen un
dique o lo que haga falta para que no vuelva a suceder. Y si ya están tan
acostumbrados y hasta aburridos del tema por qué salen quejándose en televisión
como si fueran víctimas de alguna plaga inesperada. Y la nieve lo mismo: de
toda la vida de Dios ha nevado en España. Que la cantidad que caiga sea mayor o
menor es lo de menos. Seguro que en Alaska no se dedica en los informativos más
de 3 minutos a la nieve, entre otras cosas porque allí sí están preparados para
recibirla.
La noticia sería
que nevara en Cuba, por ejemplo. Un hecho tan increíble sí merecería un lugar
en los telediarios. Lo demás es aburrir al personal, que en realidad es lo que
hacen incluso aunque no nieve. Siempre se buscarán este u otro tema con el que
machacar a la audiencia a fuerza de repetirlo incansablemente. Es peor la psicosis
que crean los medios de comunicación que el hecho en sí.
A mí me resulta más interesante la
tormenta de nieve de Nueva York que, como el año pasado, paralizó la ciudad, o
ver los coches en Boston sepultados bajo metros de manto blanco.
Y aquí en
Madrid, que sí ha nevado otros años, nos estamos librando, pues apenas caen
unos pocos copos a ratos. Cuando el resto del país está sufriendo los rigores invernales,
aquí estamos tan panchos. Será que la capital es un mundo aparte, o como dicen
las malas lenguas, que somos más chulos que un ocho.
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