viernes, 4 de febrero de 2011

Un poco de todo (XI)

- Curiosa película la de Invictus. Ya el título está lleno de resonancias, es muy significativo. Me gusta. Plantear el gobierno de Nelson Mandela desde el punto de vista de su interés por el denostado equipo de rugby de su país es como poco inusual. Su apoyo hizo que remontara sus fracasos y se convirtiera en campeón absoluto. Invictus significa que nunca ha sido vencido. Era el equipo de los blancos, pero para reconstruir Sudáfrica y darle otra orientación a la política que allí existía había que empezar por enfrentar situaciones enquistadas como el abismo existente entre blancos y negros. Aunque no le apeteciera hacerlo (hay que dejar a un lado el rencor y el deseo de venganza), aunque todo el mundo opinara lo contrario que él y hubiera que hacer un esfuerzo añadido para convencerlos, aunque en la memoria conservara un pasado lleno de dolor, perdonar era lo que tocaba. Cuánto le hizo cambiar a Mandela la cárcel, cuán sabio se volvió, él que también había recurrido a la violencia en su juventud para resolver conflictos, qué grande llegó a ser su corazón. Me encanta el pequeño poema que Mandela recita en un cierto momento de la película, y que repite al final:

                                           Doy gracias al Dios que fuere
                                           por mi alma inconquistable.
                                           Soy el amo de mi destino,
                                           soy el capitán de mi alma.

- Leí una entrevista que le hicieron a Ricky Martin y me ha encantado las cosas que ha dicho, con qué naturalidad expresa sus pensamientos más íntimos, sin temor. Antes se le veía tan desdichado por no poder manifestarse tal como es por temor a las repercusiones. Es una lástima que una imagen pública no pueda muchas veces concordar con la imagen real. Da igual los años que lleves trabajando y dando lo mejor de ti. Y él ha trabajado hasta más allá de lo humanamente razonable, se ha dejado la piel en todo lo que ha hecho. Estar demasiado pendiente de la opinión ajena llega a afectar al ámbito privado. Desde niño le enseñaron que ser homosexual era algo malo, aberrante, y ha pasado un infierno a causa de eso. Ahora, con 40 años, se ha armado de valor y decidió ser él mismo, pasara lo que pasara. Y lo que ha pasado es que la gente lo ha querido más aún, porque nada hay que atraiga más que ser auténtico. Se le ve muy relajado, como si se hubiera quitado un peso de encima. Se le ve feliz. Y yo me alegro por ello, nos alegramos muchos.

- Hay que ver la inquina que ciertos cantantes juveniles norteamericanos despiertan en el sector adolescente. Nos creemos que son ídolos musicales para la mayoría, pero su edulcorada imagen y música levantan ampollas entre la población teenager. Hay una página gamberra, cuantocabron.com, que me enseñó mi hijo hace poco y que parece ser muy visitada, en la que en varios momentos ponen a parir sobre todo a Justin Bieber. Yo lo vi en televisión en una ocasión en que lo entrevistaron, y la verdad es que es un chico fantástico, pero si se le ve sin escucharlo sí que puede resultar empalagoso y cargante. He aquí una pequeña muestra de la opinión que les merece todos estos ídolos en la susodicha página:



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