La Nube de Oort es lo que queda de la nebulosa a partir de la cual se formó nuestro sistema solar hace 4.500 millones de años. La nube comienza a unas 1.000 unidades astronómicas del Sol (o sea mil veces la distancia entre éste y la Tierra) y se extiende hasta unos tres años-luz de distancia. La Nube de Oort podría contener miles de millones de cometas, la mayoría demasiado pequeños y distantes como para poder ser observados.
Hay cerca de 3.200 cometas de periodo largo conocidos. Entre los más recordados está el Hale-Bopp, que resultó fácilmente observable a simple vista durante gran parte de los años 1996 y 1997, y que fue uno de los cometas más brillantes del siglo XX. En comparación, el cometa Halley, que reaparece cada 75 años aproximadamente, es quizás el más conocido, pero es un cometa de período corto. La mayoría de los cometas de esta clase se cree que provienen de un lugar distinto del sistema solar, la zona conocida como el Cinturón de Kuiper.
Se ha creído durante bastante tiempo que casi todos los cometas de período largo que se mueven entre las órbitas de Júpiter y la Tierra se originaron en la Nube de Oort. Sus órbitas pueden cambiar al recibir la influencia de la gravedad de alguna estrella vecina cuando ésta pasa cerca de nuestro sistema solar, y se pensaba que dichos encuentros sólo afectaban a cuerpos de la Nube de Oort muy alejados del Sol.
También se creía que los cuerpos de la Nube de Oort más cercanos al Sol sólo pueden alcanzar trayectorias que cruzan la órbita de la Tierra, durante el raro paso cercano de una estrella, lo que causaría una lluvia de objetos cometarios. Pero resulta que incluso sin el encuentro con una estrella, los cometas de período largo de la Nube de Oort más cercanos al Sol pueden saltarse la barrera protectora impuesta por la presencia de Júpiter y Saturno, y tomar una ruta que cruce la órbita de la Tierra.
En una nueva investigación, Nathan Kaib y Thomas Quinn, ambos de la Universidad de Washington, utilizaron modelos computacionales para simular la evolución de nubes de cometas en el sistema solar a lo largo de 1.200 millones de años. Descubrieron que incluso fuera de los períodos de lluvias de objetos cometarios, la zona de la Nube de Oort más cercana al Sol fue una fuente importante de cometas de período largo que al final cruzan la órbita de la Tierra.
Sedna |
Durante los últimos 25 años, la zona más cercana al Sol de la Nube de Oort ha sido una región misteriosa e inobservada del sistema solar, de la que se cree es capaz de desplegar lluvias de objetos que ocasionalmente asolan la Tierra y exterminan la vida en ella.
Sedna es un objeto transneptuniano descubierto en 2003, que debe su nombre a una diosa de la mitología esquimal, ya que la temperatura allí no supera los -240 grados centígrados. Su órbita elíptica no tiene nada que ver con todo lo visto hasta ahora por los astrónomos. Se dice que, junto a Marte, es uno de los objetos más rojos del sistema solar.
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