jueves, 21 de mayo de 2015

Ejecutivo agresivo

Dave no se ha atrevido a besar abiertamente a su novia cuando se despedía de ella en el aeropuerto porque un hombre sentado a lo lejos les estaba mirando fijamente, o eso le pareció a él, el mismo hombre que ahora le invita en el avión a sentarse a su lado porque el asiento está libre: Dave tenía dificultades para desocupar del que le correspondía a un tipo chulesco que lo había ocupado y le invitaba a sentarse en el que él había dejado vacío, en medio de un hombre y una mujer obesos que dormían a pierna suelta.
Cuando se sienta al lado de aquel extraño hombre, este le advierte un tanto amenazador, y sin perder su diabólica sonrisa, que no debe ocupar su parte del reposabrazos, y con los cascos puestos escucha la película que están transmitiendo en los monitores, soltando risotadas estruendosas a cada momento, para consternación de Dave que quiere descansar. En la película aparece una mujer pechugona, y el desconocido le pregunta a Dave a voz en grito qué opinión le merecen los implantes mamarios, con lo que el resto del pasaje se les queda mirando estupefacto. Cuando le quiere pedir unos auriculares a una de las azafatas porque también quiere oir la película, esta reacciona de forma extrañamente agresiva, diciéndole que no le puede levantar la voz y que no sea impaciente. Llega un miembro de seguridad, un hombre negro muy alto que termina de sacarle de quicio, y que le reduce al silencio con un aparato eléctrico de los que usa la policía para inmovilizar a los delincuentes. Su extraño acompañante duerme y ronca tan tranquilo a su lado.
Sin comerlo ni beberlo se ve en los tribunales donde la juez le condena a pagar una cuantiosa cifra y a seguir una terapia de control de la agresividad, acusado de causar lesiones a la azafata. A la salida se encuentra con el extraño personaje que lo acompañó en el vuelo, que resulta ser un psiquiatra, el doctor Rydell. Le ruega que le firme el papel que le han dado en el que se ratifica que no necesita terapias, pero el médico le dice que no puede firmar sin más ni más. Como condición le insta a acudir a una sola de sus sesiones.
Y así se encuentra en una gran sala haciendo una terapia de grupo, en la que se pone muy nervioso sólo con que le hagan varias veces la pregunta de quién es él y no atine con la respuesta que el doctor espera, y en la que despierta la iras de otro paciente que casi le da un puñetazo. Todos están allí para controlar su agresividad, a duras penas. A la salida el doctor le dice que necesitaría el doble de horas de terapia que las que le recomendó la juez. Afirma que existen 2 tipos de agresividad: la explosiva y la implosiva. "Ira explosiva es la  del señor que estalla cuando cree que la cajera del supermercado le ha dado mal el cambio. Ira implosiva es la de la cajera que aguanta a tipos como ese un día tras otro hasta que llega un momento en que coge un fusil y se carga a todo el supermercado. Tú perteneces a esta última categoría". Para rematar, le asigna como compañero al paciente que le quería pegar, pues así se ayudarán mútuamente.
Este acude poco después durante la noche a su casa para desahogarse después de que le hayan despedido del trabajo. Está en pleno ataque de ira y lanza gritos en el portal para conseguir que Dave, que está con su novia, baje de una vez. Van a un bar cercano y entonces el compañero organiza una pelea, en la que Dave golpea sin querer la cara de una camarera. Se ve de nuevo ante la jueza, y la intervención del Dr.Raydell en el último momento le salva de una condena mayor.
El doctor se presenta al día siguiente en su casa."Capto efluvios de frustración y dolor", le dice nada más entrar. Su intención es hacer la terapia las 24 horas del día durante un mes, por lo que debe vivir con él. "Mañana instalaremos las escuchas telefónicas" le dice al ayudante que le ha traido su equipaje. Le tira los CD's de Cat Stevens a la papelera, porque a pesar de ser un cantante melódico opina que sus letras representan la demencia y la obsesión. Repasan las normas: "Te abstendrás de cualquier gesto de violencia, incluyendo la verbal y el gesto obsceno. Se prohibe el consumo de cualquier sustancia que aumente la agresividad, tales como cafeína, alcohol, cocaína, crack, fetabetas, chupitorras, prifadinas, profalobsas y prongococo. Y habrá que suspender la masturbación. Por favor, hazlo sin el estímulo de imágenes pornográficas que representen lo que se considera entre comillas sexo furioso. Soy un tipo fantástico y lo pasaremos muy bien juntos". Dave no parece estar de acuerdo. "El sarcasmo es el cuñado feo de la rabia", le dice el doctor. Le da una grabadora para que se grabe cuando tenga un episodio de ira.
A la hora de acostarse, y como Dave tiene sólo una cama, el doctor no duda en compartirla con él, no sin antes quitarse toda la ropa bajo las sábanas. "Yo siempre duermo desnudo". Después hace unos movimientos con los brazos y sonidos ininteligibles para relajarse, y termina poniéndose de medio lado abrazado a Dave. Al día siguiente este está en el suelo, junto a la cama, cubierto por sábanas, y el doctor le despierta haciéndole fotos con una Polaroid. Dice que así queda reflejado su comportamiento en el despertar. Dave mira el despertador y ve que son las 6,30 de la mañana. Ante sus protestas por lo temprano que es el doctor le dice: "Tienes que prepararme el desayuno. Cocinar es muy terapéutico y relajante. Quiero dos huevos ecológicos poco hechos, tostadas integrales y... te lo suplico... dime que tienes ketchup".
Cuando el doctor ve que los huevos están muy hechos, en un arrebato de ira estampa el plato con huevos y todo contra la pared de la cocina. "¡He dicho que poco hechos!" vocifera. Enseguida se calma y coge unos cereales. "Es un psicótico" murmura Dave mientras recoge los restos del estropicio. "Ahora iremos al trabajo" dice el doctor ante la estupefacción de Dave, que no sabía que también lo acompañaría allí.
Durante el trayecto, y como llegan tarde, Dave va demasiado deprisa y se salta los semáforos. El doctor le obliga a parar en medio del puente de S.Francisco y para que se relaje le dice que cante una canción, "Me siento guapa", de West Side Story. Un taxista muy enfadado para a su lado y expeta: "Qué coño están haciendo ahí?". "¡Cierra la bocaza, estamos trabajando!" vocifera el doctor. El taxista se marcha disculpándose, medio asustado. Los coches les rebasan pitando, pero el doctor hipertérrito le da el pie varias veces hasta que Dave empieza a cantar, y le hace los coros. "¡Fuera de ahí capullo!" grita un conductor al pasar. "¡Que os folle un pez!" vocifera otro. Terminan la canción en medio de una gran exaltación.
Ya en el trabajo el jefe le recrimina que llegue tarde. El doctor les observa interaccionar, y no deja de meter pullas para que Dave saque su ira. Cuando el jefe pregunta quién es y le cuentan los episodios violentos en los que Dave se ha visto envuelto no da crédito. El doctor altera el nombre del jefe pronunciándolo como si fuera femenino para cabrearle, pero es Dave quien termina gritando:"¡Se llama Frank!".
En su mesa de trabajo le enseña su gato, un animal muy gordo para el que tiene el encargo de diseñar ropa en el ordenador. Aparece un compañero, que es además amigo de su novia. Es el típico listillo que habla en tono burlón y el doctor le despide haciéndole una peineta. Este hace alusión al "paquete" que tiene para sembrar las dudas sobre una posible infidelidad de su novia si es amiga de un tipo tam bien armado. Dave le habla de ella: es profesora de poesía y hace poemas.
Más tarde Dave habla con su lamentable abogado, que nunca sabe defenderle en los juicios, y le da información sobre el doctor. Le dice que tiene diez pleitos pendientes y que sus técnicas son muy polémicas y revolucionarias. Dave aprovecha esto para usar la grabadora cada vez que el doctor haga algún comentario escandaloso o le obligue a hacer algo inusual.
La ocasión la tiene cuando le lleva a una zona de prostitución de travestis y hace que uno de ellos se suba al coche. En la parte de atrás hacen las presentaciones. El transformista tiene acento alemán y le gusta gastar bromas. Pasea una pluma de pavo real por la cara de Dave para insinuarse. Luego estira las piernas y bajo el vestido Dave ve un enorme "cacharro". El individuo le pregunta si necesita disciplina y empieza a darle mamporros a Dave, que se enfada. Cuando el doctor da por finalizada la experiencia, el travesti pone una  voz muy grave de macho y les dice: "Sois unos pervertidos". El doctor le pide la grabadora a Dave y graba en ella muy satisfecho: "El paciente Dave ha aprendido la diferencia entre la ira malsana y la ira moralista, por lo tanto ha pasado a la 2ª etapa de mi programa".
De regreso a la casa de Dave, y mientras el doctor se ducha, llama la ayudante de éste para decir que avise a su jefe de que su madre va a someterse a una pequeña intervención quirúrgica. El doctor sale de la ducha enarbolando sobre su cabeza un aparato que despide unos rayos azulados que le crispan los pelos. "Me estimula los folículos pilosos" dice mientras se cepilla los dientes. Dave decide gastarle una broma diciendo que su madre debe someterse a una operación grave. El doctor grita, llora y hace grandes aspavientos presa de la desesperación. "Mamá, eres todo lo que tengo", se lamenta, como si fuera un niño. Al final le dice que es sólo leve, y entonces le obliga acompañarle a Boston para ir a verla.
Linda, la novia de Dave va a despedirles, y el doctor flirtea con ella. Cuando va a coger su coche para emprender el viaje, que está en un aparcamiento elevado, el doctor le da un golpe con una barra de hierro a otro coche que le entorpece la salida y luego le pone su tarjeta para que llame a la aseguradora. Pero cuando va a dar marcha atrás el coche sale despedido al vacío, ante la sorpresa del propio doctor. En Boston les dicen que la madre no tiene nada de importancia.
Cuando van a comer algo el doctor le señala a una chica rubia que está tomando una copa en la barra y le dice que ligue con ella. Quiere que aprenda a desenvolverse en todas las situaciones, que se sienta capaz de cualquier cosa y que su autoestima aumente. A pesar de la oposición de Dave, porque tiene novia, termina accediendo. La 1ª vez que se acerca ella le rechaza de forma desagradable. El doctor le indica lo que tiene que decir: “Le pido perdón por mi torpeza de antes, pero me es muy difícil expresarme cuando está a punto de estallarme el paquete”. Dave, muy a su pesar, le repite la frase a la chica y, cuando está esperando una reacción violenta de ella, se sorprende al ver que da resultado.
La chica le lleva a su casa, y allí resulta ser una desequilibrada. Dave sale por pies soltando venablos. Al volver a su casa el doctor le confiesa riéndose que la chica era actriz y que había sido una paciente suya. Con esto se vengaba de la broma que Dave le había gastado acerca de su madre. Su novia había llamado en su ausencia y al doctor le faltó tiempo para decirle que había salido con una rubia.
El doctor decide llevarle a un monasterio budista donde vive el que le humilló cuando eran niños bajándole los pantalones y los calzoncillos en plena calle, delante de todo el mundo. El susodicho se ha convertido en un monje. El doctor no deja de pinchar para que Dave se enfrente con él y supere sus miedos y su pasado, diciendo cosas como: “Dave ha dicho que cómo un tío que pesa 300 kilos (Buda) tiene los huevos de enseñar autodisciplina al resto del mundo”. A pesar de que la filosofía budista propugna la paz, el aludido se encoleriza por eso y por otras cosas que le dicen, e inicia una pelea cuerpo a cuerpo. El doctor le ayuda en algún momento dado, distrayendo al monje para que se despiste y Dave le pueda zurrar mejor, o encañonando con una pistola al resto de los monjes para que no intervengan, hasta que ven que dispara chorros de agua. Ambos salen pitando en el coche. Entre risas el doctor le felicita diciendo que ha llegado al nivel 3.
La novia de Dave le dice que es mejor que dejen su relación por un tiempo porque, por consejo del doctor, cree que saldrán fortalecidos. Dave va a ver al doctor y este termina de convencerle. Mientras Dave habla por teléfono desde su trabajo con su novia otra vez sobre ello, intenta aparentar calma pero la ira hace que lance lejos una calculadora de su mesa sin mirar y le atiza a un compañero en la cabeza.
Al volver a su casa se encuentra a unos compañeros de la terapia que esperan en su descansillo pensando que el doctor está con él. Uno de ellos le da un juego de llaves de su casa que la novia ha dejado, puesto que ya no van a salir, y otro le dice que mientras ella estuvo allí habló por su móvil con otro hombre con el que se citó. Le dice dónde han quedado y él acude al restaurante con dos compañeras de la terapia que son despampanantes aunque promiscuas y lesbianas. Casualmente tienen mesa al lado de donde su novia está sentada, y descubre que su acompañante es el doctor. Dave lo lleva aparte y el doctor dice que lo ha hecho para retirarla de la circulación, pues su amigo de enorme paquete la persigue. Dice que se mostrará aburrido para que ella no se entusiasme.
Al regresar el doctor a casa, Dave le pregunta ansioso qué ha pasado. Ella le había invitado a su casa y él dice que no pasó nada, pero que se dieron 2 besos, el 2º con lengua. Suena el teléfono y es ella. Rydell le habla de manera insinuante. Al colgar le dice que firmará sus papeles para que termine su terapia, y que él y Linda se han enamorado y que quiere su bendición. Dave se abalanza sobre él y le lesiona el cuello.
Otra vez ante los tribunales es nuevamente condenado, esta vez por intento de homicidio. A la salida el doctor coge un taxi con Linda mientras se quita el collarín: todo ha sido una pantomima.
En el trabajo Dave está tan cabreado por todo lo que ha pasado que provoca a su jefe para que le despida y golpea a Andrew, el compañero, amigo de Linda, al que acaban de ascender. Este le había dicho que el doctor y Linda estarán en el estadio determinado día. Dave le canta las 40 al jefe y pisa la cabeza de Andrew cuando se va.
En el estadio Dave intenta saltar al campo pero se lo impide un miembro de seguridad, que resulta ser el travesti con el que casi liga días atrás. Éste le deja pasar, haciéndole bromas como siempre, se hace con el micro a duras penas y se dirige al público buscando a Linda. Los compañeros de la terapia lo están viendo por t.v. Linda le hace señas y se ponen a hablar. El doctor, mientras tanto, ha subido a la cabina de control para que escriban en el marcador unos nombres y unas frases. El alcalde de la ciudad ordena que dejen hablar a Dave. Está venciendo su temor a manifestar afecto en público y a tener autoestima. Le pide que se case con él. Mientras la besa, a petición de ella, aparecen en el monitor sus nombres y su imagen. Linda le felicita porque ha terminado la terapia.
Ella le descubre que todo ha sido un montaje. Había leído un libro del doctor y le pidió ayuda, porque Dave estaba cada vez más encerrado en sí mismo y más agresivo. Todo estaba programado. Cuando están haciendo una fiesta en el parque para celebrarlo, aparece un hombre que dice ser el dueño del coche que el doctor tiró desde el aparcamiento y que encañona al doctor. Dave se interpone y de repente se pone a cantar la canción que el doctor le había obligado a cantar en el puente de S. Francisco. El hombre dispara chorros de agua: era otra broma. Uno de los de la terapia, que no se había dado cuenta de que no era real, se tira sobre el hombre desde un árbol con un golpe seco. Una vez todo aclarado la fiesta continúa.  
 


No hay comentarios:

 
MusicaServicios LocalesContadorsAnuncios ClasificadosViajes