martes, 20 de octubre de 2015

Curiosidades de rodaje: De aquí a la eternidad


Cuando pensamos en una película que nos ha gustado no la podemos imaginar con otros actores que los que fueron elegidos para realizarla. Y sin embargo son muchas las vueltas que se les da los posibles intérpretes antes de la decisión final. De aquí a la eternidad, un clásico del cine donde los haya, no es una excepción. Para el papel que encarnó Deborah Kerr se escogió inicialmente a Joan Crawford, pero en el último momento lo rechazó porque no le gustaban ni el maquillaje ni el vestuario que debía llevar, o al menos eso dijo ella. Deborah Kerr, la otra candidata, quería dar un cambio a su carrera, pues hasta entonces había interpretado a la típica chica buena. Producía mucho morbo ver a la virginal Kerr en un personaje lleno de promiscuidad, algo que también le pasaría en La noche de la iguana, donde interpretaba a una mujer recatada que se veía rodeada de sensualidad.

La escena archiconocida en la que la Kerr y Burt Lancaster se abrazaban y besaban apasionadamente en la orilla del mar, envueltos por la espuma de las olas, fue un escándalo para la época. Requirió 3 días de rodaje y la participación de más de 100 personas, pues había que sincronizar la escena para que las olas rompieran sobre la pareja en el momento adecuado. Aunque viendo el éxito que luego tuvo el esfuerzo mereció la pena.

Monty Clift y Frank Sinatra se hicieron muy amigos durante el rodaje, y se reunían en la habitación de éste para ver quién era capaz de beber más alcohol. En sus salidas por la localidad donde rodaron armaron más de una trifulca. Sinatra se recuperaba con mayor rapidez de las borracheras, no así Clift, por lo que muchas de las escenas en las que debe aparecer embriagado podría pensarse que no le costó mucho realizarlas. La amistad de ambos acabó abruptamente cuando el cantante supo que Monty Clift era homosexual, comentario que alguien deslizó en su mansión durante una de sus fiestas. A partir de entonces le negó la entrada a la casa y todo contacto con él.

La película ganó 8 Oscars y fue nominada para otros 5. Fue la más taquillera del año en el que fue estrenada, 1.953. La novela original tuvo que ser alterada para eludir la censura: el prostíbulo se convirtió en club social, las prostitutas en señoritas de compañía, se eliminan las blasfemias y se minimiza la crítica al estamento militar, que aún así recibió lo suyo. 

La prueba de casting de Sinatra fue tan perfecta que el director, el gran Fred Zinnemann, decidió incluirla en la escena final de la película. La carrera del actor andaba por entonces de capa caída y aceptó trabajar en la película por un sueldo inferior al que solía percibir.

El film fue rodado en un tiempo récord de 41 días con sólo un millón de dólares de presupuesto, y consiguió condensar en 2 horas un libro de mil páginas. Cabe decir que el cartel publicitario llevaba a engaño, pues aparecían imágenes de la película en color, cuando ésta se rodó en blanco y negro.

Monty Clift, que aún no había tenido el accidente de tráfico que desfiguraría su rostro, que tuvo lugar 3 años después, lucía su talento y su apostura en todo su esplendor. Actor atormentado, sensible, inteligente, ya no volvió a ser el mismo desde que estrelló su coche contra un poste una noche de niebla, tras una fiesta en casa de su gran amiga Liz Taylor, de la que salió bebido. Le faltó tiempo a ella para acudir al lugar del siniestro, meterse dentro del coche por el maletero y colocar a Monty Clift sobre su regazo para extraerle los dientes que se le habían incrustado en la garganta y que le impedían respirar, hasta que llegara la ambulancia.

Pero en 1.953 todavía el actor lucía su encanto y buen hacer, metido en su personaje de marine que se niega a boxear, pese a ser el mejor haciéndolo, en “De aquí a la eternidad”. Su perfeccionismo a la hora de preparar sus interpretaciones era tal que llegó a aprender, a disgusto, a tocar la trompeta para poder realizar el toque de silencio que aparece en la película, un lamento por el compañero y amigo muerto, y que llevó a cabo con tal perfección que pone el vello de punta al escucharlo.

Para mí de todos los actores que aparecen en esta película es Montgomery Clift mi favorito. Hijo de un acaudalado broker venido a menos tras el crack del 29, tuvo una educación al modo aristocrático de la época: viajes a Europa con tutores privados que les instruían a él, su hermana gemela y su hermano mayor, en todo lo necesario para tener una buena educación. Dejo aquí una foto suya en su niñez. Ya se aprecia en ella su delicada y melancólica belleza, y su sensibilidad.





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