He descubierto hace poco, por casualidad, una inagotable fuente de placer visual y estético en artodyssey, una página de Internet que nos pone al día con las últimas tendencias en lo que al hiperrealismo pictórico se refiere. Los artistas que aquí aparecen son muy distintos y provienen de todas partes del mundo, pero tienen en común su capacidad para reflejar la realidad entorno de forma casi fotográfica, dándole su personal toque mágico. Son composiciones que asombran por su verismo y por el uso tan especial de la luz y el color.
Empiezo la serie con Fernando O’Connor, un artista argentino de mi edad. Dice estar influido por pintores tan dispares como Vermeer, Velázquez o Antonio López. Retrata escenas y objetos cotidianos que en su pincel cobran un sentido distinto, nos los hace ver de forma diferente a como los contemplamos en la realidad.
He escogido dos obras suyas que son lo que en lenguaje cinematográfico llamaríamos primeros planos. Increíble su capacidad para representar la transparencia del cristal y del agua, el color de la piel, las texturas de la tela y el papel.
Empiezo la serie con Fernando O’Connor, un artista argentino de mi edad. Dice estar influido por pintores tan dispares como Vermeer, Velázquez o Antonio López. Retrata escenas y objetos cotidianos que en su pincel cobran un sentido distinto, nos los hace ver de forma diferente a como los contemplamos en la realidad.
He escogido dos obras suyas que son lo que en lenguaje cinematográfico llamaríamos primeros planos. Increíble su capacidad para representar la transparencia del cristal y del agua, el color de la piel, las texturas de la tela y el papel.