martes, 11 de septiembre de 2012

El mundo según Charlotte Rampling


Veía yo recientemente un reportaje en el que la actriz Charlotte Rampling aparecía hablando sobre cuestiones muy diversas de la vida, mientras se intercalaban escenas de su momento presente y trozos de las películas que la hicieron famosa.

Me encantó su forma de ver el mundo, sus convicciones personales, su seguridad y al mismo tiempo su frágil sensibilidad. Inteligente, atrevida, tremendamente libre, a su edad y tras un largo camino recorrido, es una mujer fuera de lo corriente. El paso de los años no ha hecho sino moldear una personalidad intensa, poco común y un tanto enigmática. Estas son algunas de las cosas que dijo:

"A veces tenemos una sensibilidad exacerbada, cuando nuestro mundo emocional está hecho pedazos".

"No importa lo que digan los demás que soy. Somos lo que decimos que somos de nosotros mismos. Hay gente que dice cosas terribles de sí mismos: podemos ser nuestros peores enemigos. Nos tratamos de una manera cruel como no haríamos con nadie más".

"Cuando se ha sido muy manipulado de niño, se sufre mucho y eso conforma el carácter. Siempre estás deseando escapar a ese control".

"La separación (la muerte) es lo que más me asusta. No volverás a sentir igual a esa persona, pero necesitas cosas que te la recuerden".

"Cuesta mucho enfrentarte a esa vida que te han dado y hacer algo con ella. Es muy duro". (Habla de cómo afrontar la existencia tras una tragedia, cuando se refiere a su hermana, que se suicidó con 23 años, cuando ella tenía 20).

"Quería tener una vida sin sufrimiento, alejarme del caos y la desesperación que me acompañaron de joven. Siempre he querido ser independiente. Estamos solos, aunque la soledad compartida es algo excepcional. El amor es la fuente de la vida. Estamos solos, pero acompañados de otras personas, que también están solas. Eso es a lo que yo llamo amor adulto".

"A los 9 años mis padres decidieron que nos marchásemos de Inglaterra y nos fuéramos a vivir a Francia. A mi hermana y a mí nos mandaron a un colegio donde nadie hablaba inglés, y en aquellos tiempos nadie venía a ayudarte. Pasé cerca de 9 meses en completo silencio, llegué a entender lo que me decían pero no era capaz de articular el francés. Esto despertó en mí una serie de sensaciones que, de otro modo, quizá no hubieran salido, y que me sirvieron después, cuando interpreté “Max, mon amour”. El amor sin palabras, sólo sentir. También supe, con aquella experiencia dela infancia, lo que es la soledad".

"Antes, cuando ocurría una tragedia en una familia, los padres no compartían el dolor, cada uno debía guardar su propio duelo y aparentar entereza".

"Vivimos bien porque sabemos que un día moriremos".

"¿Qué es un tabú? ¿Quién dice que algo es un tabú? Los tabúes son elementos sociales. Los únicos tabúes que quizá pueden existir realmente son los que nos imponemos a nosotros mismos, en nuestra vida privada. Yo personalmente carezco de ellos".

"En “Portero de noche”, nos atrevimos a abordar un tema peligroso, delicado, que nadie antes se había atrevido a abordar. Yo no sabía gran cosa sobre el tema, y de repente me ví allí en medio de todo aquel barullo. Pero está bien, hay que lanzarse alguna vez, y estar ahí. La guerra, en aquel momento, sólo hacía 30 años que había tenido lugar. Yo tenía 27.

La película se prohibió en Italia, y hubo una periodista norteamericana que me insultó, y dedicó casi una página de su periódico a decir que cómo era capaz de interpretar un personaje así, que denigra tanto a la mujer, que nadie debería ser capaz de aceptar un papel así. Yo sabía que a partir de entonces todos mis personajes iban a ser controvertidos. Me gusta el cine como una forma de arte que te hace pensar".

"Pese a todo lo vivido, conservo una cierta inocencia, que yo creo que es fundamental en un actor. Lo negativo no ha conseguido traspasarme, no ha penetrado en mí".

"Hace tiempo que ya no actúo porque no tengo suficiente energía. Cuando interpretaba me entregaba a fondo al personaje. Ahora ya no tengo suficientes fuerzas para hacer eso. En los rodajes hay que repetir muchas veces la misma escena, y unas es porque puedes hacerlo mejor y otras porque los que están alrededor han cometido un fallo, aunque a ti te haya salido de maravilla. Hay mucha frustración, e incomprensión, incluso rechazo".

" Yo sí creo que hay algo después de la muerte. Hay gente que se sorprende de ésto, pero yo les digo que sí, que hay algo más allá, no sé cómo llamarlo, pero intuyo que es así".


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