martes, 7 de febrero de 2012

Mentiras históricas (II)


La marcha de las mujeres ¡estaba formada por hombres!. La subida del precio del pan provocó en 1789 una sublevación popular en París. Seis mil mujeres armadas con cuchillos y hoces marcharon en señal de protesta hacia el Palacio de Versalles, dirigidas por Theroigne de Mericourt. Las mujeres no llegaban al centenar y el resto eran hombres disfrazados con ropas femeninas.

Aunque en la Revolución francesa se tomó La Bastilla, en realidad en la mítica prisión parisina no estaba preso ningún disidente. No había más que 7 cautivos, todos aristócratas (entre ellos el marqués de Sade), encarcelados por los llamados “delitos de nombre”: no pagar deudas, matar a un rival en un duelo…

La guillotina no es un invento francés. Tampoco su creador fue el doctor Ígnace Guillotin. Los romanos ya la conocían y usaban, y algunos historiadores creen que fue inventada por el cónsul Titus Manlius, quien paradójicamente acabó siendo ejecutado con ella.

George Washington no fue el primer presidente de EEUU (hace poco vi esto en un documental). Una comisión de notables eligió a Peyton Randolph en el primer congreso continental del 5 de septiembre al 21 de octubre de 1774, y de forma provisional. Tras él hubo 8 más hasta 1789, año en que por fin se aprobó la Constitución americana y se celebraron las primeras elecciones, en que Washington fue finalmente elegido.

Napoleón no era tan bajito. De hecho medía 1,68 cm., una estatura aceptable para la época, e incluso superaba por 4 cm. al duque de Wellington, su gran enemigo.

Aunque la mayoría de la gente cree que el Big Ben es un reloj, es en realidad el nombre de la campana que está en el interior de la Tower Clock (Torre del Reloj).

El general Custer nunca dijo aquello de “El único indio bueno es el indio muerto”. El verdadero autor de tan espantosa afirmación fue el general Philip O. Sheridan.

Van Gogh no se cortó una oreja. Tan sólo cortó un pedacito del lóbulo izquierdo.

La Revolución de Octubre, conocida como la Revolución Rusa, fue en noviembre. Según el actual calendario gregoriano, comenzó el 7 de noviembre, cuando Lenin se sublevó en Petrogrado contra el gobierno de Kerensky. Lo que ocurre es que Rusia se regía aún por el llamado calendario juliano (obsoleto en el resto del mundo occidental desde 1582, según el cual la fecha correspondía al 25 de octubre.

Los Harlem Globetrotters no eran de Harlem sino de Chicago, ciudad en la que se fundó el equipo en 1926. Se llamaban New Cork Globetrotters, y en 1932 adoptaron Harlem definitivamente.

Al Capone odiaba los spaguettis. Por extensión odiaba casi todas las variedades de la pasta italiana. Lo contó en su biografía el actor George Raft, especializado en papeles de gángster y a quien Capone (gran admirador suyo), invitó una vez a cenar. ¡Y le sorprendió con un menú de comida china!.

Sherlock Holmes nunca dijo “Elemental querido Watson”. En las novelas de Conan Doyle el famoso detective sí pronuncia la palabra “elemental”, pero nunca acompañada de la famosa muletilla. La frase fue escrita para el guión de una película protagonizada por Basil Rathbone en 1939.

En Casablanca Borgart nunca pronunció la frase “Tócala otra vez Sam”. En realidad, la frase exacta es “Tócala Sam, toca as time goes by”, y la recita Ingrid Bergman. Para acabar de arruinar el mito, el actor que hacía de Sam, Dooley Wilson, sólo cantaba, ya que no sabía tocar el piano. El sonido de fondo se incorporó en el estudio.

Celda que tenía Al Capone en prisión

No existen los cementerios de elefantes. El misterio lo aclaró el biólogo Rupert Sheldrake, quien explicó que lo que ocurría es que los ejemplares ancianos o enfermos de una manada se quedaban a vivir cerca de los manantiales de agua y morían allí.

El director de cine John Ford no era tuerto. El parche se lo puso ocasionalmente en 1934 durante la recuperación de una operación de cataratas. A partir de entonces acostumbró a llevarlo en público como una excentricidad, y solía cambiárselo de ojo.

La idea de que Einstein era malo en matemáticas fue un bulo ocasionado por una pregunta en un juego del Trivial de la revista Believe it or not!. Einstein se aburría en la escuela porque probablemente sabía ya más que el propio profesor.

La frase “Antes morir de pie que vivir de rodillas” que se le atribuye al Che la dijo en realidad Dolores Ibarruri, presidenta del partido comunista de España, durante la guerra civil. Y hay quien afirma que antes de ella la pronunció Benito Juárez García, ex presidente de México en el siglo XIX, e incluso Emiliano Zapata.

El estrangulador de Boston no estrangulaba a sus víctimas. Sólo mató así a la 1ª. A las otras 12 las asesinó a golpes y a puñaladas.

Marlon Brando no rechazó el Oscar que ganó por El Padrino (1972). Pero mandó a recogerlo en su lugar a una falsa india (en realidad era una mejicana disfrazada), quien hizo un alegato a favor de los derechos de los indígenas.

Bruce Lee no fue el maestro del kung Fu. La modalidad que él practicaba era el Jung Fan Gung Fu. La enseñanza del Jeet Kune Do comienza con una base técnica, que es la que recibe ese nombre, y es la que él enseñaba hace 30 años. 

Bin Laden no fue el 1º en atacar a EEUU en su propio territorio nacional. Fue Pancho Villa, quien en 1916 cruzó Río Grande y atacó la ciudad de Columbus, en Nuevo México. La invasión duró menos de 10 horas.

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