Siempre dejo pasar demasiado tiempo cada vez que voy a darme masajes con Lina Lin y Sheng Zhang. Su centro naturópata, Tao Zen, es un remanso de paz. Montado con sencillez y pulcritud, sabes que ir allí supone encontrarse mucho mejor y tener cuidados extras para la salud que se pueden encontrar en otros sitios por mucho más dinero y con menos fiabilidad en el resultado. Ya he hablado de ellos en alguna otra ocasión.
Lina y su marido Sheng llevan cerca de diez años en nuestro país, hablan y escriben perfectamente en español (sobre todo ella), y su trato es atento y perspicaz. Me fascina todo lo oriental, y la cultura china especialmente. Tienen una filosofía de vida, unas tradiciones y una sabiduría, sobre todo en Medicina, que es impagable. Ellos no escuchan como se suele hacer en el mundo occidental, ellos te miran y están percibiendo más allá de las palabras, como si conectaran contigo a un nivel extrasensorial. Te oyen con paciencia y atención y luego te dan su opinión, siempre justa y atinada, con una rapidez de comprensión increíble. Y son muy tajantes: si uno se propone hacer una cosa debe proponérselo con firmeza, no valen las medias tintas, ni hay que vacilar ni claudicar a la 1ª de cambio. Se toman muy en serio sus decisiones y las llevan hasta el final.
En mi caso esta fuerza de voluntad se refiere a perder peso, una vez más. Mientras me daba los masajes, Sheng me contó cómo lo había hecho él. El año pasado llegó a tener un sobrepeso de 30 kg., y decidió ponerse a dieta. Él es muy alto para ser chino, y fuerte. Comía un huevo duro para desayunar y té. A veces en lugar del huevo duro se hacía una especie de tartita típica de su país que se cocina batiendo un huevo, mezclándolo con agua, y metiéndolo en el microondas un minuto. El té era por tomar algo caliente.
A media mañana, si se tiene apetito, un tomate o fruta, que tiene que ser naranja, kiwi, piña o pomelo (el que lo aguante), el resto de frutas no son recomendables para la dieta.
A la hora de comer, nunca más tarde de las 2 p.m., carnes o pescados y verduras. Después ya no se ingiere más alimentos hasta el día siguiente. Conviene acostarse pronto, no más tarde de las 10 de la noche, sobre todo, como dice Sheng, porque el hambre acucia y así no hay que aguantarla. Él tiene buen piño y lo debió pasar especialmente mal, sobre todo al principio, como me dijo, pero los resultados son espectaculares. Según él, se pierde medio kilo al día.
Le pregunté si no se podía sustituir el huevo duro o la tartita por otra cosa. A mí es que no me gusta así solo. Me dijo que podía hacerme una tortilla francesa sin aceite. El motivo del huevo duro es ingerir proteínas sin grasa. Por supuesto pasta, arroz y pan están suprimidos. La leche, aunque sea desnatada, también engorda. Le dije si no se perdía calcio no tomando leche, y me contestó que hay otros muchos alimentos que lo contienen. Como dice mi hijo, el ser humano es el único ser vivo que continúa tomando leche toda la vida, más allá de la lactancia materna.
Lo de saltarse comidas he oído decir siempre que es malísimo. Podría tomar para cenar algo muy ligero, sopas, cremas de verdura, cosas así. De todas formas casi nunca tengo ganas de cenar, no hay margen de tiempo suficiente entre la hora que como y la de la cena como para sentir apetito. Lo malo es dejar las dietas de golpe, que es lo que he hecho yo con las dos últimas que empecé, porque se vuelve a coger el peso que se tenía y más. Es una defensa del metabolismo frente a las situaciones de carestía. La pescadilla que se muerde la cola, quieres evitar una cosa y se termina provocando la contraria, y así sucesiva e interminablemente.
Según reza en su página web, “Lina Lin nació en una familia de médicos y desde los 15 años aprendió medicina. Estudió en la facultad de Acupuntura del Instituto de Medicina Tradicional China. En el mismo año de graduación trabajó en el segundo Hospital Subordinado al Hospital de M.T.C. en la especialidad de neurología. Es miembro adscrito a la Fundación Europea de Medicina Tradicional China. Sheng Zhang estudió 4 años en la especialidad de Masaje en el Colegio de Medicina Tradicional China. Después de su graduación trabajó en el Departamento de Acupuntura y Masaje del Segundo Hospital de China en la especialidad de traumatología. Ambos son miembros numerarios del Consejo General de Colegios de Médicos Naturistas de España en Madrid”.
Ellos son expertos en diversos tratamientos. Cito textualmente lo que sobre cada uno de ellos figura en su página web. La auriculoterapia, que “es el método para diagnosticar y tratar el cuerpo mediante el pabellón auricular. Presenta como característica principal la sencillez de su aplicación contrastada con la eficacia de sus resultados. Además ofrece un abanico de posibilidades terapéuticas muy amplio”. A mí Lina hace tiempo me hizo acupuntura en otras zonas del cuerpo: el vientre para los problemas del tracto intestinal, la cabeza para eliminar las tensiones, y la nariz porque en una de las ocasiones en que acudí a su consulta estaba resfriada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario