Cuando una estrella como el Sol consume todo su hidrógeno, se convierte en una estrella gigante roja. En esta fase, la estrella expulsa sus capas exteriores y deja un núcleo caliente que colapsa para formar una enana blanca. Un rápido viento estelar emanado del núcleo caliente empuja la atmósfera eyectada y crea estas fabulosas estructuras filamentarias.
En el caso del Ojo de Gato, el material expulsado por la estrella está volando a una velocidad de 6,5 millones de kilómetros por hora. En las fotografías podemos ver el halo gaseoso de más de tres años-luz de diámetro. Las nebulosas planetarias son comunes en las fases finales de estrellas similares al Sol, sin embargo, sólo algunas poseen halos similares a este, probablemente formados de material expulsado en los primeros episodios activos de la evolución estelar.
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