jueves, 20 de junio de 2013

Monólogos de cine (III): El indomable Will Hunting


Will Hunting es un chico con extraordinarias capacidades para el cálculo matemático. Está en libertad vigilada y condenado a prestar servicios a la comunidad haciendo labores de limpieza en el edificio de una facultad universitaria. Un profesor eminente y premiado por sus trabajos en Matemáticas, que trabaja allí, coloca en el tablón de anuncios de un pasillo un problema de muy difícil solución. Cuando Will lo está resolviendo lo ve el profesor y entonces sale huyendo. El docente consigue localizarlo, y le propone colaborar juntos.

Poco a poco va descubriendo los talentos de Will, enormes pese a no haber recibido preparación ninguna y tener un origen humilde. Desea ayudarlo en beneficio de la ciencia, y para ello le hace ver a varios psiquiatras para que traten sus problemas de conducta, que le han convertido en un delincuente menor. Will les toma el pelo a todos, hasta que al final le presentan a John, una mezcla de rival y amigo del profesor, al que conoce desde hace muchos años.

Ya en la 1ª sesión el chico le hace perder los papeles, pues por su gran inteligencia es capaz de descubrir sus puntos débiles enseguida, atacando donde más le duele sin apenas conocerlo. La reacción de John es violenta, pero hace que tome más interés en el caso, que al principio no quería aceptar.

Después de estar toda la noche en su casa bebiendo y pensando acerca de la manera de comportarse de Will, llega a unas conclusiones, que expone la siguiente vez que le ve, en un monólogo magistral, uno de los mejores que se han escrito en la historia del cine. Al final de la película conseguirá ganarse su confianza, comprendiéndolo totalmente, y llegar a la raíz de sus problemas, a lo más profundo y oscuro que late en el fondo de su atormentada alma, lugar que nadie  antes había conseguido alcanzar. Después de este proceso cambiará la vida para ambos.

"¿Sabes qué se me ocurrió? Que eres un crío, y que en realidad no tienes ni idea de lo que hablas. Es normal, nunca has salido de Boston. Si te pregunto algo sobre arte, me responderás con datos de todos los libros que se han escrito. Miguel Ángel, lo sabes todo: vida y obra, aspiraciones políticas, su amistad con el Papa, su orientación sexual... lo que haga falta, ¿no?. Pero tú no puedes decirme cómo huele la Capilla Sixtina. Nunca has estado allí y has contemplado ese hermoso techo. No lo has visto.

Si te pregunto por las mujeres, supongo que me darás una lista de tus favoritas. Puede que hayas echado unos cuantos polvos... pero no puedes decirme qué se siente cuando te despiertas junto a una mujer y te invade la felicidad.

Eres duro. Si te pregunto por la guerra, probablemente citarás algo de Shakespeare: "De nuevo en la brecha amigos míos". Pero no has estado en ninguna. Nunca has sostenido a tu mejor amigo entre tus brazos esperando ayuda mientras exhala su último suspiro.

Si te pregunto por el amor, me citarás un soneto. Pero nunca has mirado a una mujer y te has sentido vulnerable. Ni te has visto reflejado en sus ojos. No has pensado que Dios ha puesto un ángel en la Tierra para ti, para que te rescate de los pozos del infierno. Ni qué se siente al ser su ángel, al darle tu amor, darlo para siempre.

Y pasar por todo, por el cáncer. No sabes lo que es dormir en un hospital durante dos meses, cogiendo su mano, porque los médicos vieron en tus ojos que el término horario de visitas no iba contigo. No sabes lo que significa perder a alguien. Porque sólo lo sabrás cuando ames a alguien más que a ti mismo. Dudo que te hayas atrevido a amar de ese modo.

Te miro y no veo a un hombre inteligente y confiado. Veo a un chaval creído y cagado de miedo. Eres un genio Will, eso nadie lo niega. Nadie puede comprender lo que pasa en tu interior. En cambio, presumes de saberlo todo de mí porque viste un cuadro que pinté y rajaste mi puta vida de arriba a abajo.

Eres huérfano, ¿verdad?. ¿Crees que sé lo dura y penosa que ha sido tu vida, cómo te sientes, quién eres, porque he leído Oliver Twist?, ¿un libro basta para definirte?. Personalmente, eso me importa una mierda porque, ¿sabes qué?, no puedo aprender nada de ti, ni leer nada de ti en un maldito libro. Pero si quieres hablar de ti, de quién eres... estaré fascinado. A eso me apunto. Pero no quieres hacerlo, tienes miedo, te aterroriza decir lo que sientes. Tú mueves chaval." 

No hay comentarios:

 
MusicaServicios LocalesContadorsAnuncios ClasificadosViajes