Paz Herrera, la arquitecta cántabra que después de 141 programas se llevó el bote de Pasapalabra es una mujer dinámica y alegre que se considera una persona corriente. No es una empollona de enciclopedias, como se la ha llegado a calificar, sino simplemente alguien a quien le gusta mucho leer. Tiene cientos de libros en su casa, que intentó clasificar para tener una biblioteca ordenada, pero terminó desistiendo, y ahora yacen desordenados por todas partes.
Dice no haberse preparado especialmente para cada programa. Tan sólo repasaba los directores de películas que le venían a la cabeza y que podían preguntar, y algunas definiciones, que a veces se repetían.
Se considera una mujer de ciencias a la que le gustaba dibujar, pero también le interesan la literatura, la biología, etc. Afirma tener últimamente poco trabajo, por efecto de la crisis.
Reproduzco aquí la entrevista que XL Semanal le dedicó en su sección Desayuno de domingo con… el 14 de junio pasado.
XL Semanal. Muchos lloraron cuando ganó el bote y le raparon la cabeza, pero usted aguantó el tipo.
Paz Herrera. No podía llorar; si lo hacía, se me corría el rímel [Ríe]
XL. ¿Hace honor a su nombre o por dentro es un manojo de nervios?
P.H. Soy hasta pachurrosa. ¡Vamos, que tengo mucha pachorra!
XL. Además de eso, ¿qué hay que tener para presentarse a un concurso?
P.H. Hay que ser muy friki. También concursé hace 17 años en “Saber y ganar” y me fue muy bien. Con “Pasapalabra” quería ganar un poco de dinero, pero no pensé que conseguiría un bote asÍ.
XL. Da bien en televisión, es culta, se ha metido a la gente en el bolsillo… ¿Ha pensado lanzarse a la política?
P.H. Nunca me ha tentado la política, pero la política sí me ha tentado a mí. Me lo ofrecieron hace poco pero he dicho que no. Dejemos el asunto ahí.
XL. Además del bote, cada día que jugaba ganaba 1.200 €, ¡un sueldazo!
P.H. Pasaba en Madrid 4 días a la semana y, al final, me tomé mi participación como un trabajo.
XL. Con un millón y medio de euros, los bancos le tirarán los tejos…
P.H. Cuando llegue a casa espero la cola. Entonces, les recordaré cuando les pedía que me quitaran las comisiones…
XL. No tiene deudas ni coche, casa ni hipoteca. ¿En qué planeta vive?
P.H. En los mundos de Yupi [se ríe]. No tengo deudas porque no tengo hijos ni propiedades y vivo de alquiler. Ni coche porque hay transporte público.
XL. Tampoco tiene móvil.
P.H. Tengo un fijo en el trabajo y no quiero que me localicen el resto del tiempo. Es un lujo que me puedo permitir. Es mi manera de vivir.
XL. Más de 140 programas, ¿le dejaban la ropa o se pasaba el día de compras?
P.H. Yo guardo todo y tiré de armario, combinando como podía. He repetido muchas veces, pero lo apuntaba para no hacerlo muy seguido. También hice dieta para que me valiera todo.
XL. Adora la música y la jardinería, fotografía mariposas, pinta acuarelas, toca el piano… ¡ Es una marisabidilla!
P.H. Soy una repelente niño Vicente [se ríe]. Todo me interesa…
XL. ¿En qué empleará el dinero?
P.H. Mejoraré la pensión de mis padres, pagaré los estudios de mis 3 sobrinas y tendré calma hasta que me jubile. ¡Ah, y volveré a esquiar una semana al año!
XL. De niña le decían “la nieta de María la viuda”, ¿y ahora que es famosa?
P.H. Ya me llaman “Paz-apalabra”
Su desayuno: “Aproveché la crisis para ponerme a régimen y rebajar el trasero de tanto estar sentada: dos yogures griegos con cereales, un zumo de naranja y un café con leche”.
Paz se rapó la melena cumpliendo su palabra de que haría tal cosa si ganaba el concurso. El presentador quiso librarla del compromiso, pero ella dijo: “¿Eres un gallina?”. Ante las cámaras una de las colaboradoras del programa le pasó la maquinilla, pero declaró no importarle, pues en cuanto llega el verano se rapa al uno y luego le crece enseguida.
Paz Herrera. No podía llorar; si lo hacía, se me corría el rímel [Ríe]
XL. ¿Hace honor a su nombre o por dentro es un manojo de nervios?
P.H. Soy hasta pachurrosa. ¡Vamos, que tengo mucha pachorra!
XL. Además de eso, ¿qué hay que tener para presentarse a un concurso?
P.H. Hay que ser muy friki. También concursé hace 17 años en “Saber y ganar” y me fue muy bien. Con “Pasapalabra” quería ganar un poco de dinero, pero no pensé que conseguiría un bote asÍ.
XL. Da bien en televisión, es culta, se ha metido a la gente en el bolsillo… ¿Ha pensado lanzarse a la política?
P.H. Nunca me ha tentado la política, pero la política sí me ha tentado a mí. Me lo ofrecieron hace poco pero he dicho que no. Dejemos el asunto ahí.
XL. Además del bote, cada día que jugaba ganaba 1.200 €, ¡un sueldazo!
P.H. Pasaba en Madrid 4 días a la semana y, al final, me tomé mi participación como un trabajo.
XL. Con un millón y medio de euros, los bancos le tirarán los tejos…
P.H. Cuando llegue a casa espero la cola. Entonces, les recordaré cuando les pedía que me quitaran las comisiones…
XL. No tiene deudas ni coche, casa ni hipoteca. ¿En qué planeta vive?
P.H. En los mundos de Yupi [se ríe]. No tengo deudas porque no tengo hijos ni propiedades y vivo de alquiler. Ni coche porque hay transporte público.
XL. Tampoco tiene móvil.
P.H. Tengo un fijo en el trabajo y no quiero que me localicen el resto del tiempo. Es un lujo que me puedo permitir. Es mi manera de vivir.
XL. Más de 140 programas, ¿le dejaban la ropa o se pasaba el día de compras?
P.H. Yo guardo todo y tiré de armario, combinando como podía. He repetido muchas veces, pero lo apuntaba para no hacerlo muy seguido. También hice dieta para que me valiera todo.
XL. Adora la música y la jardinería, fotografía mariposas, pinta acuarelas, toca el piano… ¡ Es una marisabidilla!
P.H. Soy una repelente niño Vicente [se ríe]. Todo me interesa…
XL. ¿En qué empleará el dinero?
P.H. Mejoraré la pensión de mis padres, pagaré los estudios de mis 3 sobrinas y tendré calma hasta que me jubile. ¡Ah, y volveré a esquiar una semana al año!
XL. De niña le decían “la nieta de María la viuda”, ¿y ahora que es famosa?
P.H. Ya me llaman “Paz-apalabra”
Su desayuno: “Aproveché la crisis para ponerme a régimen y rebajar el trasero de tanto estar sentada: dos yogures griegos con cereales, un zumo de naranja y un café con leche”.
Paz se rapó la melena cumpliendo su palabra de que haría tal cosa si ganaba el concurso. El presentador quiso librarla del compromiso, pero ella dijo: “¿Eres un gallina?”. Ante las cámaras una de las colaboradoras del programa le pasó la maquinilla, pero declaró no importarle, pues en cuanto llega el verano se rapa al uno y luego le crece enseguida.
A veces descubrimos en los sitios más insospechados seres con apariencia corriente pero que llevan todo un mundo interior rico y complejo. Inteligencia, sensibilidad, buena memoria y reflejos, son los ingredientes de una ganadora, una ganadora muy especial en el caso de Paz Herrera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario