Clooney |
El Actors Studio es una legendaria asociación de la gente del cine, con sede en Nueva York y California, que fue fundada en 1947 por Elia Kazan y otras dos personas más, y es conocido por enseñar el Método, un enfoque desarrollado en los años 30 a partir de las innovaciones de Konstantin Stanislavski. Según he podido leer, “el "método de las acciones físicas", conocido también como "método Stanislavski", consiste básicamente en hacer que el actor experimente durante la ejecución del papel emociones semejantes a las que experimenta el personaje interpretado. El Studio logró reconocimiento mundial bajo la dirección de Lee Strasberg, quien tomó el mando en 1952”.Todos los que son entrevistados en el programa han estudiado ahí, y algunas veces sacan imágenes de algunos de ellos cuando aún eran estudiantes desconocidos, haciendo preguntas al invitado de turno. Éste mantiene una entrevista con Lipton, salpicada de comentarios personales de éste y con la proyección de algunas escenas de las películas interpretadas por el invitado, que suelen ser acogidas con muchos aplausos. Después un cuestionario confeccionado hace años por un experto que menciona Lipton, en el que se preguntan cosas como qué sonido le gusta más y cuál menos, qué profesión hubiera querido ejercer y cual nunca, cuál es su palabrota favorita, qué le diría a Dios al llegar a las puertas del cielo, etc. A continuación el presentador desaparece y deja solo al invitado para que el público, estudiantes de dirección o interpretación, puedan hacerle unas preguntas. A veces también está entre los oyentes algún personaje famoso, o parientes y amigos del aludido.
Gyllenhaal |
Algo parecido me pasaba con Jake Gyllenhaal, al que también creía un poco lunático y no muy talentoso, pero en su intervención resultó espléndido y sumamente inteligente y ocurrente. Me reí un montón con su sentido del humor. Habló mucho de su hermana, actriz que siempre me ha gustado y de la que no sabía su parentesco, pues en nada se parecen, ni físicamente ni actuando.
A Brad Pitt se le notaba que Lipton no le caía muy bien, pues se mostraba reticente en la entrevista, casi no le miraba, y hasta que no llegaron las preguntas de los estudiantes no se sintió cómodo y afloró su naturalidad. Su amigo George Clooney, que estuvo otro día, debía ser de su opinión, aunque es más diplomático. Tan sólo comentó en broma, cuando empezó el turno de preguntas del público, que Lipton bebía, “creo que tenías que saberlo”, dijo entre risas. Clooney es un hombre sagaz y sabe sacarle partido a su atractivo, además de tener también un gran sentido del humor.
Hugh Jackman estuvo grande, y fue muy ovacionado con cada pase de las películas que ha hecho, lo que le hacía mostrarse orgulloso y feliz. Otro tanto sucedió con Colin Firth, que además fue muy alabado por Lipton.
En las ocasiones en que invita a todo el plantel de actores de alguna de las muchas series de televisión que se emiten allí deja de interesarme, porque no sigo ninguna ni conozco a nadie.
Un caso aparte fue Mickey Rourke. Apareció con gafas de sol y un sombrero calado que le tapaba media cara. Incómodo, huidizo, fue cogiendo confianza a medida que transcurría la entrevista. Lipton supo tratarlo con delicadeza, lo cual no impidió que el actor llorase cuando se le recordó la muerte de su hermano. En un constante ejercicio de victimismo, Rourke se lamentaba sin tregua de desgracias pasadas y parecía no darle importancia a todo lo logrado. El presentador le hizo notar que muchos trabajan duro durante toda su vida sin conseguir éxito ni fama, es afortunado aunque no lo crea. Al final, a la hora de las preguntas de los estudiantes, el actor ya se había quitado la chaqueta, el sombrero y las gafas de sol, y encaraba tranquilo y receptivo todo aquello acerca de lo que se le inquiría. Rourke es un espíritu dañado, en perpetuo dolor. Él no es sólo la típica cara bonita, que le sirvió en su momento para introducirse en el cine, es un actor de talento inusitado, que aflora hoy en día a pesar de sus truculentos cambios físicos y sus traumas.
Hugh Jackman |
Los invitados suelen hacer alguna recomendación a los estudiantes cuando termina el programa, dejando para la posteridad pensamientos bellos y llenos de resonancias. A buen seguro que ninguno de los asistentes olvidará esta experiencia.
Me pregunto si el programa sería lo mismo si lo presentara otra persona, más dinámica quizá. Puede que Lipton tenga a su favor su educación y sus conocimientos de cine, algo que será difícil que posea el que le sustituya, según lo que se ve actualmente, gente aficionada al chiste fácil y a lo chabacano. Es, de todas formas, un gran descubrimiento este programa. Espero seguir disfrutándolo por muco tiempo. Muy recomendable.
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