viernes, 13 de agosto de 2010

Citas (IV): el amor -II

- “No todas las personas tienen alma, pero las que han amado sí (…). La salvación individual es imposible; sólo a través de otro ser parece probable encontrar algo de valor en la propia individualidad que la justifique y la proyecte. El amor así planteado, más que un sentimiento recíproco de entrega, aparece como una muleta que compensa las deficiencias esenciales y la cobardía existencial (Laura Krauz, periodista).

- “Si no hay libertad en el amor, éste se convierte en rutina” (Jeanne Moreau, actriz).

- “La libertad en el amor es darse, entregarse. Ahora las mujeres no se dan, se abandonan. A veces las recogen. A veces no” (id.).

- “En el amor otorgado sin ser yo digno, reconocí el principio de su ansioso, de su ardiente deseo de vida”.

- “Miserable es el amor que puede ser medido” (Shakespeare, escritor y dramaturgo).

- “El amor se basa en las relaciones que descansan en una mútua identificación intelectual y afectiva”.

- “La premisa de sus relaciones amorosas consistía en que eran dos personas independientes, que se necesitaban mutuamente durante un tiempo, que serían siempre amigos pero, probablemente, no serían siempre amantes. Esa premisa prohibía la intrusión del futuro, o una exhibición demasiado vívida de la necesidad” (De la película Another country).

- “El cariño, la ternura, la lealtad, la amable seguridad que da el saberse movimientos únicos, mutuamente sincronizados, de un irreversible juego de ajedrez" (Maruja Torres, periodista).

- “La relación de ambos era perfecta porque estaba basada en los sólidos principios de la total aceptación mútua y la capacidad para burlarse juntos de casi todas las cosas de la vida”.

- “Algunas personas se asustan ante la intimidad que requiere formar una familia. Algunos lo soslayan trabajando mucho; otros haciendo buenas obras… pero eso no es vida. Lo importante no es lo que haces, sino para quién lo haces” (De la serie de televisión Treinta y tantos).

- “El enamorado se siente entregado totalmente al que ama, no importa que la entrega corporal o espiritual se haya cumplido o no. Es más, cabe que la voluntad del enamorado logre impedir su propia entrega a quien ama en virtud de consideraciones reflexivas (decoro social, moral, dificultades de cualquier orden). Lo esencial es que se sienta entregado al otro, cualquiera que sea la decisión de su voluntad.

Y no hay en esto contradicción, porque la entrega radical no la hace él, sino que se efectúa en profundidades de la persona mucho más radicales que el plano de su voluntad. No es un querer entregarse: es un entregarse sin querer”.

- “La pasión es la degeneración del amor. En ella no hay ni encanto ni entrega. Es una obsesión, una idea fija, una manía. Así cabe una enorme pasión sin contenido apreciable de amor”.

- “Para ser encantados necesitamos ante todo ser capaces de ver a otra persona, y para esto no basta con abrir los ojos. Hay que ser vitalmente curioso de humanidad. Pero esta curiosidad es un lujo que sólo pueden poseer organismos con alto nivel de vitalidad. El débil es incapaz de esa atención desinteresada y previa a lo que pueda sobrevenir fuera de él, y me refiero a una debilidad espiritual, no corpórea”.

- “El deseo tiene un carácter pasivo; lo que el deseo al desear es que el objeto venga a mí. El amor tiene un carácter activo: soy yo quien va al objeto y estoy en él”.

- “En rigor, el amor puro es aquel que no se realiza, todo tensión, afán, anhelo”.

- “No permitas que los años que pasaste junto a mí se conviertan en un recuerdo” (El profeta, de Gibran Khalil Gibran).

- “El amor no conoce su hondura hasta el momento de la separación” (id.).

- “Al amar, hay que ser herido por nuestro propio conocimiento de ese amor” (id.).

- “El amor que no busca más que la dilucidación de su propio misterio, no es amor sino una red que lanzada sólo recoge lo inútil. El amor sólo debe buscar la consolidación del espíritu” (id.).

- “Las necesidades del hombre cambian, pero no su amor, ni su deseo de que este amor satisfaga sus necesidades” (id.).

- “Una corriente de melancólica ternura había estado fluyendo y refluyendo dentro de él: se había enamorado” (Retrato del artista adolescente, de James Joyce).

- “Él combinaba la fuerza y la seguridad viriles con la rara cualidad de la dulzura” (De amor y de sombra, de Isabel Allende).

- “Hay que hacer el amor amando” (id.).

- “No puedes irte dejándome este amor desmesurado y la vida por delante para vivirla sin ti” (id.).

- “¡Peligroso asunto ese de la solicitud!. Desde muy niño había dejado de creer en el afecto de las personas que se necesitaban y menos aún creía en la turbia y masónica relación que esas personas entablaban entre sí, una relación de apisonadora que anulaba toda posibilidad de individualismo compartido y que sumergía a los seres humanos (e inhumanos) en una especie de hormigonera concebida para levantar sobre ellos una cruel e inútil superestructura de amor y falsa seguridad” (El Dorado, de Fernando Sánchez Dragó).
- “Te querré durante una o dos eternidades” (id.).

- “Un amor sin titubeos es un amor sin mentiras, sin trucos, sin equívocos” (id.).

- “Hay un amor previo al hombre o a la mujer, y un amor nacido del hombre o de la mujer. Y sólo la segunda forma de amor puede convertirse en milagro capaz de saldar indisolublemente a dos personas de tal modo que contra ellas no prevalezca el paso del tiempo (…). Por encima del miedo y la decadencia está el amor-complicidad, el amor-encuentro, el amor-milagro” (id.).

- “¿No sabes que el amor despeina?” (id.).

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