viernes, 14 de marzo de 2014

Propuestas de cine


En pocas ocasiones hacer el remake de una película suele, no ya mejorar, sino siquiera igualar al original. Tengo un gratísimo recuerdo de la 1ª versión que hizo Danny Kaye de La vida secreta de Walter Mitty hace ya muchos años. Este actor, cómico donde los haya, fue uno de los personajes que poblaron mi infancia y la llenaron de humor y risas. Cálido, entrañable, divertido, con una ingenuidad no exenta de cierta ironía, era el preferido de mi hermana y mío por aquel entonces, y lo sigue siendo.

Ver ahora la versión que ha hecho Ben Stiller no tiene color. Se nos presentaba en los thrillers de manera muy impactante, haciéndolo parecer diferente a todo lo visto. No en vano tenemos adelantos técnicos que no existían antes y que permiten toda una gama de posibilidades en favor de la imaginación y la originalidad.

Stiller usa la cámara con gran acierto, haciendo unos encuadres desde arriba para pasar de una escena a otra gradualmente que juegan con la visión y la mente del espectador, creando ilusiones ópticas, geometrías muy interesantes, con planos arriesgados en escenas en las que se ve que no le dobla nadie. Pero todo lo meritorio que tienen sus aportes técnicos innovadores no pueden cubrir la carencia de ingenio a otros niveles. El ritmo y los diálogos resultan tediosos, a mí llegó un momento en que se me cerraban los ojos.

Nunca me ha gustado demasiado Ben Stiller, me parece que le falta algo para llegar a ser todo lo genial que pretende ser. Me quedo con el Walter Mitty que interpretó el talentoso Danny Kaye. Cuánto echamos de menos el virtuosismo y la calidad de los cómicos de antes.

Dos estupendas películas recomiendo si alguna vez las sintonizáis en televisión: Los últimos días del Edén y El cuarteto. La 1ª, que ya tiene unos años, me parece más bonita cada vez que la veo. Un muy atractivo Sean Connery encarna a un biólogo que descubre una vacuna contra el cáncer en una selva del Amazonas, con ayuda de la improvisada ayudante que viene a socorrerle, interpretada por la estupenda Lorraine Braco. Connery produjo la película y por ello pudo permitirse el lujo de elegir a su compañera de reparto. Esta actriz tuvo después problemas de salud y no se prodigó mucho más en la gran pantalla. Aventuras, Naturaleza, ciencia, amor, un cóctel maravilloso al que se suma la banda sonora, muy bella, compuesta por el inefable Jerry Goldsmith.

La 2ª película, mucho más reciente, es un precioso canto a la vejez, una exhortación a llevar una vida plena aún cuando ésta parezca que se acaba. Con mucho humor y con ternura el actor Dustin Hoffman se estrena como director en un film lleno de talentos interpretativos para los que la palabra jubilación no tiene cabida en su vocabulario. Una imponente mansión en la campiña inglesa es el escenario en el que transcurre la existencia de un montón de jubilados en una residencia para cantantes de ópera y músicos, en la que hasta los cumpleaños se celebran dando el do de pecho. Un auténtico hotel de lujo para viejas glorias, quién pudiera acabar sus días en un lugar así, tan elegante y majestuoso, con un personal que te atiende con tanto cariño y educación. Cosas de película.

Dustin Hoffman ha tenido una evolución tardía para casi todo en su carrera profesional. Empezó en el cine siendo ya treinteañero, aunque por su aspecto se permtiera interpretar personajes juveniles, y ahora dirige estando ya en la setentena. Un hombre de su inteligencia y sensibilidad puede con todo esto y más, se toma su tiempo hasta alcanzar las metas que se proponga, pero al final llega a ellas y laureado.

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