martes, 17 de septiembre de 2013

Emociones tóxicas (III): la insatisfacción


La insatisfacción crónica es tóxica, ya que causa sufrimiento y nos lleva a tener un enfoque negativo acerca del cumplimiento de nuestros sueños, lo que nos impide disfrutar el camino.

Padres autoritarios, exigentes, críticos, difíciles de complacer e impredecibles en sus reacciones crean hijos perfeccionistas. Esta clase de padres brindan a sus hijos una clase de amor condicional. Son incapaces de validar y aprobar la conducta de sus hijos, aún cuando se equivocan, algo fundamental para que todo ser humano pueda desarrollar una imagen propia sana y un sentido positivo de su personalidad.

Los perfeccionistas asocian su autoestima a sus logros, si logra algo se siente bien, y si no lo alcanza, se siente mal porque su autoestima está relacionada con la capacidad de producir cosas.

El perfeccionista cree en el principio de “querer es poder”, creencia errónea de que con sólo activar la voluntad uno logra cosas.

“Procurando lo mejor, estropeamos lo que está bien” (William Shakespeare).

Desarrollemos nuevas formas de expresarnos. Incorpora creencias sanas y verdaderas, refuta todo aquello que hasta hoy no te ha dado resultados. Si te equivocas lo vuelves a intentar las veces que sean necesarias.

Estrategias para salir de la insatisfacción:

- Aceptarme tal y como soy. Una vez que me haya aceptado como soy, puedo hacer todo lo necesario para lograr un carácter equilibrado, armonioso, maduro. Y a partir de ahí, debo buscar la mejora continua, disfrutando cada cosa que hago y no imponiéndome cargas a mí mismo.

- La única manera de avanzar y de crecer es moverse. Debo seguir caminando, a pesar de que haya cosas que no me salen bien, que no me gustan o me dan miedo.

- Hay que aprender de los propios errores, dejarlos atrás y seguir adelante.

- Ser libre de las expectativas de los demás, de los “deberías…”, “te convendría…”, “sería mejor si…” Hay que renunciara a la opinión de los demás.

- No analizar una y otra vez cada circunstancia que ocurre en mi vida.

- Ser excelente, no perfecto. Excelencia es la habilidad para mejorar continuamente.

Puedes librarte del perfeccionismo, de tus propias exigencias y demandas.


(Del libro de Bernardo Stamateas)

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