lunes, 2 de septiembre de 2013

Emociones tóxicas (I): la ansiedad


Tienen mucho predicamento los libros que publica el psicólogo argentino Bernardo Stamateas. Era casi inevitable que terminara topándome con alguno de ellos, y así ocurrió con "Emociones tóxicas", que no tiene desperdicio y cuyos diversos temas voy a reproducir textualmente, en varias tandas, sólo aquellos párrafos que me han resultado especialmente interesantes. Junto con una visión muy clara de la realidad y de los males que afligen al alma humana, intercala de forma muy curiosa algunas frases y pensamientos llenos de resonancias que pronunciaron personajes célebres o que forman parte de la sabiduría popular.

Cuando se ansía mucho algo, es fácil desanimarse y sentir que nada tiene sentido o vale la pena.

La clave de la ansiedad está en aquellos pensamientos que tu cerebro, de manera equivocada, interpreta como reales. Y aunque tu razón sepa que no son verdaderos, los crees a nivel emocional, es decir, que sientes que son verdad.

“Qué curioso es el hombre, nacer no pide, vivir no sabe, morir no quiere” (Proverbio chino).

Estrategias para reducir la ansiedad:

- Comienza por detectar cuáles son las fuentes de tu ansiedad.
- Piensa ahora en todas las cosas que te roban la luz y hoy mismo toma la decisión de abandonarlas.
- Adopta pautas que te permitan disfrutar de la vida en plenitud y en calma.
- Desarrolla nuevos hábitos.
- Llena tu vida de información útil, de datos que te enriquezcan.
- Aprende algo nuevo todos los días.
- Cuida la salud de tu cuerpo.
- Asegúrate de poder dormir bien y comer lo más sano posible.
- Aléjate de la gente tóxica, lo cual no significa aislarse, sino poner límites sanos. Hay personas negativas a las que sólo les gusta hablar de los problemas propios u ajenos. Ellos no aportan nada significativo a tu vida. En cuanto de ti dependa, no permitas que sus palabras y acciones tengan cabida en tu mente y mucho menos que determinen tu estado de ánimo.
- Acércate a personas con mentalidad positiva. Las personas que piensan, hablan y actúan en positivo transmiten paz, entusiasmo, alegría. Esa clase de gente es la que añade valor a tu vida.
- Encuentra a una persona de confianza. Es importante que puedas hablar de cómo te sientes con alguien que te inspire confianza.
- Considera muy bien tus palabras antes de hablar.
- Ríete un poco todos los días.
- Desarrolla tu fe. Lo opuesto al temor es la fe.
- Espera siempre lo mejor. No te conformes con la mediocridad.
- Haz algo nuevo regularmente.
- Valórate.

Todo comienza en tu interior. Si estás en paz contigo mismo y con los demás, nada te moverá de tu sitio. El rey David hacía referencia a las personas que encuentran la paz: “Serás como un árbol plantado a orillas de las aguas, con gran altura y extensas ramas”. Este tipo de árboles son los que poseen un tronco fuerte. Vivir junto a las aguas significa que, si tienes paz interior, beberás de lo mejor de la vida, y las extensas ramas hacen referencia a la salud en las relaciones interpersonales. Es necesario ir en busca de la paz, trabajar para lograrla y mantenerla a toda costa, pase lo que pase a tu alrededor.

Naciste para ser libre, no seas esclavo de nada ni de nadie. No permitas que la ansiedad llene tu vida. Concéntrate en las cosas importantes, que son las que multiplican tu energía.

La felicidad nadie te la puede arrebatar. Permítete ser feliz.

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