Cuando frente a una situación imaginamos exageradamente lo peor, habremos entrado en el circuito del miedo.
Aliméntate de pensamientos sanos, positivos, de esperanza, de alegría. Deshazte de todo mal recuerdo del pasado y decídete a vivir el presente de tal manera que seas capaz de crear buenos recuerdos para el futuro.
Necesitamos aprender a ser felices aunque no tengamos todo lo que pensamos que necesitamos.
Hay miedos tóxicos frente a los cuales solemos reaccionar con algunas de estas conductas:
1) Recordar con todo lujo de detalles.
2) Borrar o bloquear el momento traumático. Un mecanismo psicológico que se llama disociación, por el cual la persona exterioriza la emoción, pero al mismo tiempo la reprime. El terapeuta Walter Riso afirma que la mente es egocéntrica y busca sobrevivir a cualquier coste, incluso si el precio es mantenerse en la más absurda irracionalidad.
3) Elaborar imágenes repetitivas.
4) Experimentar sentimientos de hipervigilancia. Por ejemplo, si te roban empiezas a mirar a todos lados pensando que en cualquier momento puede volver a pasarte.
5) Predecir un futuro oscuro. Cuando este pensamiento está instalado, la persona sufrirá un estado de indefensión, de baja estima y de soledad muy grande, y serán los recuerdos los que ahora gobiernen su mente.
La fobia es una llamada de atención que la persona hace frente a emociones no sanadas, no resueltas, que viene arrastrando desde mucho tiempo atrás. Rasgos predominantes de una persona que padece fobia:
2) Con un alto nivel de estrés.
4) Con una gran capacidad de liderazgo.
5) Ansiosas en gran medida.
6) Hiperactivas.
7) Han tenidos padres sobreprotectores.
8) Han recibido el mensaje de que el mundo es peligroso.
Las situaciones dolorosas y traumáticas nos hacen claudicar y abandonar, sin presentar pelea. La cuestión es decidirse a levantarse y abandonar el dolor de esa circunstancia.
El desafío consiste en enfrentarse a los miedos. Llega al fondo de tus emociones. La libertad siempre empieza por una decisión.
Estrategias para romper el círculo del miedo irracional:
- Aprendamos a eliminar los miedos tóxicos y a reemplazarlos por emociones verdaderas.
- Confiemos en nosotros mismos. Evaluar las capacidades de uno mismo y sus circunstancias.
- Reconozcamos que tenemos miedo. No le tengamos miedo al miedo.
Miedo significa que estás avanzando, porque es el compañero de los conquistadores. El miedo indica que estás haciendo algo nuevo, que estás saliendo de tu comodidad. Cada desafío nos introducirá en aquellos lugares que nunca hemos pisado, nos hará hablar y hacer lo que nunca hemos dicho o hecho. Avanzar no significa no tener miedo, sino ir hacia lo nuevo a pesar de los temores que podamos sentir y saber que con o sin miedo seguiremos adelante. Para vencer el miedo el primer paso es aprender a reconocerlo, expresarlo en palabras y hablar de todo aquello que nos despierta temor.
- Aprendamos a mirar al miedo a los ojos. Cuando miras a tu miedo a la cara, éste empieza a encogerse. Si huyes de ellos, te acompañarán de por vida.
- Generemos pensamientos de acción, de previsión. Es decir, si me sucede lo que estoy pensando que puede pasar, puedo hacer esto.
- Afirmemos nuestra estima. En todos los miedos en el fondo hay un temor a ser abandonado. Recuerda en qué situaciones de tu infancia tuviste por 1ª vez este temor y perdona a quienes te hicieron sentir de ese modo. El amor es el bien más preciado que todos buscamos y el 1º que puede dártelo eres tú mismo. Por amor a ti, abandona ese recuerdo triste.
- Decidamos compartir nuestra vida.
(Del libro de Bernardo Stamateas)
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