lunes, 28 de octubre de 2013

Las cosas de Lorz


Ya he hablado de Lorza girl en más de una ocasión, el blog que sigo desde hace mucho tiempo. Es una fuente constante de humor sarcástico y de agudeza visual, y una inspiración que me mueve a escribir yo también sobre algunos de los temas que trata, en los que alguna vez había pensado pero en los que no había encontrado motivación suficiente para tratarlos aquí hasta que ella los ha puesto en palabras, con su peculiar forma de ver las cosas.

Hace unos días me desternillaba con su post La pelandrusca, en la que hablaba de un error en el que ella estaba acerca de un episodio del pasado de su familia, cuando su abuelo se fue a Francia sin dejar ni una nota, y pensaron todos que le había pasado algo malo. Al cabo de un tiempo mandó una carta a la abuela diciendo que se había asentado en Gerona, que le perdonara y se fuera junto a él.

Lorz había creído siempre que su abuelo se había ido con una “pelandrusca”, curiosa palabra que me parece muy antigua y que me produce hilaridad, cuando en realidad se había jugado la casa a las cartas. Lorz creyendo que se había ido del pueblo por ser un golfo, cuando en realidad lo había sido pero de otra manera. El relato empieza de forma equívoca:

Sicilia, 1957. Una joven de enormes pechos...

No, espera, eso no era.
Es cierto que en todas las familias hay sucesos de los que se prefiere no hablar, hechos lamentables que permanecen silenciados aunque nunca olvidados. Que Lorz hable de ellos con tanta naturalidad y humor es algo que me encanta, y me hace reir.

Unos días después publica La plancha y el planchazo y he vuelto a desternillarme. Resulta que está desbordada con las tareas de la casa, su trabajo y el cuidado de su hija, que es muy pequeña, y ha pensado darle ropa para planchar a una vecina que le han dicho que está en paro. Así el favor es mutuo, ella se desocupa un poco y la vecina obtiene algo de dinero. A las vecinas las llama por motes, según su aspecto, porque no sabe sus nombres.

Cuando llama a su puerta empieza el descojone:

-Hola -le dije-, soy Lorz, del 4º.

-¿La que ha inundado todos los pisos de la otra escalera?

-¡No han sido todos, sólo los pares!

-...
La aludida se muestra muy ofendida cuando se entera de que han dicho que está en paro. Lorz responde con palabras escuetas, casi monosílabos, de lo intimidada que está, y cuando escribe sus respuestas lo hace con letras muy pequeñas. Son recursos que tiene siempre, y que me encantan, para darle realismo y jocosidad a sus historias. Como cambiar de color las letras, según quién esté hablando en sus diálogos. A las palabrotas les pone asteriscos sustituyendo algunas letras para que se entienda lo que dice sin escribirlo por completo. Estoy por copiar sus tics tipográficos, esa manera como sabe ella utilizar todo lo que tiene a mano en la escritura para llevarse al lector a su terreno, lo haría si no fuera porque no tengo una escritura tan espontánea como ella, yo soy más seria. O pone videos frikies que aparentemente no tienen nada que ver con lo que está contando, pero que vienen al pelo y te mondas. Tiene esa habilidad para tocar la fibra sensible, para meter el dedo en el ojo y que no te quedes indiferente.

En fin, que aunque Lorza girl ha visto disminuido mucho el nº de comentarios que le hacían cada vez que publicaba un post, quizá porque el hecho de casarse y tener una hija hace que sea menos interesante las cosas que cuenta, como si hubiera perdido chispa, inmersa en obligaciones que antes no tenía, a mí sin embargo me parece que conserva esa forma de contarlo todo tan peculiar e hilarante, a medio camino entre la ingenuidad y el descaro, una chica joven e inteligente que tiene la suerte de contemplar la cotidianeidad con sentido del humor, haciendo gracioso hasta lo que puede parecer rutina y aburrimiento.


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