Con esta curiosa moda de llevar los pantalones rotos se puede sacar partido a ciertos agujeros, como éste sobre el muslo de Ana.
Una carita sonriente en rosa es una buena forma de adornarse.
Ana dejó su lipstick sobre la acera, y con el photoshop coloreó ésta de rosa, haciendo juego con la barra de labios. Coquetería femenina urbana.
Ana estuvo en el parque con sus amigos muchas veces en primavera. Aquí fotografió, sobre el césped, un diente de león en el que se había posado una mariquita. Los rayos de sol se filtraban entre las copas de los árboles. Muy bucólico.
Sugerente Ana, obsesionada con fotografiar sus ojos, porque los tiene muy bonitos. Parece una espía en el momento de darse un retoque cosmético. Es una imagen misteriosa, el rostro femenino visto sólo a medias.
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